Redacción. A sus 25 años, Elías Enoc Panduru no sólo se ha posicionado como uno de los líderes juveniles más influyentes de Honduras, sino que también ha sido reconocido a nivel internacional al ser incluido en la prestigiosa lista Forbes 30 Under 30, edición Latinoamérica 2025.
Es fundador y director general de Cipotes Honduras, una red que agrupa a más de mil jóvenes y promueve proyectos enfocados en cambio climático, inclusión financiera, participación ciudadana, cultura, deporte, educación y el empoderamiento juvenil y femenino.

Pero detrás del reconocimiento en una revista internacional, hay una historia de visión, convicción y trabajo colectivo, nacida de un sueño que Enoc venía cultivando desde hace años.
“Yo sabía que se iba a llamar Cipotes”
La historia de Cipotes Honduras empezó mucho antes de tener un nombre o una estructura definida. “Siempre supe que tenía que llamarse Cipotes”, recuerda Elías, con una certeza tan natural como poderosa. “Tal vez no tenía claro todo lo que iba a ser, pero ese nombre lo tenía guardado desde hace mucho”, dice.

Fue en un evento internacional con jóvenes de distintos países donde todo comenzó a tomar forma. Mientras escuchaba a una joven hablar sobre los proyectos que lideraba en su nación, Enoc sintió una mezcla de admiración y responsabilidad.
“Me puse a pensar: ¿y yo qué voy a decir? Entonces dije: en Honduras hay una organización que se llama Cipotes y moviliza jóvenes para involucrarse en la sociedad. En ese momento, el único integrante era yo”.
Al regresar al país, entendió que ya no podía postergar más la idea. En una llamada con amigos —entre ellos su amiga Lizzie, quien creyó en él desde el inicio— nació la visión, la misión y el compromiso de hacer algo por Honduras. Esa noche, en 2021, nació oficialmente Cipotes Honduras.

De clubes de lectura a proyectos con impacto nacional
“Al inicio no sabíamos cómo hacer las cosas”, confiesa Elías con una sonrisa. “Nos aventamos a hacer actividades como clubes de lectura o de senderismo, cosas sencillas que conectaban con los jóvenes y creaban comunidad”.
Pero la organización fue creciendo, tanto en impacto como en estructura. Hoy, Cipotes Honduras cuenta con 25 miembros activos y más de 50 voluntarios: una red sólida, con experiencia en distintas áreas, que lidera proyectos en todo el país.
“Ahora Cipotes es una red de jóvenes profesionales y universitarios que aportan su talento a iniciativas que benefician a la comunidad”, explica. “Tenemos personas que lideran porque tienen expertise en su campo y otros que tal vez no la tienen, aunque tienen ese ímpetu de aprender, y lo hacen muy bien”, añade.
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El difícil camino de ganar credibilidad
El reconocimiento que hoy reciben no siempre estuvo garantizado. Enoc recuerda bien los desafíos que enfrentaron en sus primeros pasos: “Para nuestra primera actividad, una limpieza de playa, no teníamos fondos. Enviamos 50 cartas y sólo tres respondieron que sí. Aun así, tuvimos que esforzarnos mucho para ganarnos su confianza”.

Ese tipo de obstáculos no los detuvo. Hoy, Cipotes Honduras cuenta con personería jurídica, alianzas con organismos internacionales, correos corporativos, imagen consolidada y una estructura que la presenta como una organización seria, confiable y con resultados medibles.
“Ya Cipotes tiene credibilidad, tiene impacto. Ahora es una organización con la que vale la pena asociarse”, afirma con orgullo.
Su aparición en la lista 30 Under 30
Elías recuerda con claridad el momento en que se enteró de que había sido incluido en la lista de Forbes. Estaba fuera de la ciudad y en medio de una reunión cuando su teléfono comenzó a vibrar insistentemente.
“No contesté al principio, pero, al recibir llamadas de mi hermana y mi cuñada, supe que algo pasaba”, cuenta.

“Cuando salí a contestar, me dijeron que viera mi teléfono… ¡había salido en Forbes! Fue un shock”, recuerda entre risas. “Después de la reunión, salí y le dije a mi amigo: salí en Forbes”.
Aunque fue una noticia emocionante, Enoc lo asume con la madurez que lo caracteriza: “Es un honor, claro, pero no debe confundirse con fama. Es un reconocimiento a una labor distinta. También es una responsabilidad muy grande que hay que sostener. Esto apenas es el comienzo”.
El cipote que escribía para Diario TIEMPO
Lo curioso es que este joven líder hondureño ya tenía una conexión con el periodismo desde pequeño. Solía escribir para la sección Papelote del Diario TIEMPO, donde compartía noticias de su escuela y eventos juveniles.
“Era un orgullo para mí ver mis textos publicados en el periódico”, recuerda. Aquellos primeros pasos con las letras también fueron un preludio de lo que estaba por venir: un cipote comprometido con contar historias, movilizar juventudes y generar cambios reales.

El futuro: una organización de desarrollo para jóvenes y niñas
Con la visión clara, Elías ahora mira al futuro con ambición y responsabilidad: “Cipotes ya no es un proyecto a corto plazo. Estamos construyendo una organización de desarrollo que ejecute proyectos de educación, arte, cultura, deportes, acción climática, empoderamiento femenino y participación juvenil”.
La idea es fortalecer aún más la estructura y continuar creando oportunidades para las nuevas generaciones. “Tenemos que ser una generación de jóvenes organizados”, insiste. “Sólo así podemos generar un impacto verdadero y grande”, prosigue.
Un mensaje a la juventud hondureña
Antes de cerrar la conversación, Elías deja un mensaje cargado de fuerza y esperanza para los jóvenes de Honduras:
“Me encanta que la juventud sea activa, que tenga el ímpetu de querer ayudar. Pero debemos dar un paso más: tenemos que organizarnos. Sólo siendo una generación de jóvenes organizados podremos generar un cambio verdadero. Podemos crear nuestros propios espacios para ser escuchados y vistos. No esperemos a que nos los den: hagámoslos”.