Honduras. En el Hospital Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula, un grupo de enfermeras ha dedicado más de 30 años de su vida al cuidado de los demás; una labor encomiable que merece ser destacada sobre todo hoy, que se celebra el Día Internacional de la Enfermería.
Diario Tiempo habló con algunas de ellas, quienes dijeron sentirse orgullosas de ejercer su profesión, a la vez que satisfechas de su amplia trayectoria en este campo de la Medicina.
Una de ellas es Diana Sevilla, que resaltó la importancia de su labor y compromiso. Ella considera que la Enfermería es “una profesión muy noble, de vocación, de amor». Para ella, no es un simple trabajo sino «una bendición» que nace del corazón para «atender, servir y ayudar” a salvar vidas.
Criterio compartido por Isabel María Echeverría, quien reconoce sentirse «muy satisfecha» por su trayectoria, años en los que aprendió a tenerle “amor al trabajo y amor al Hospital».
En total son 34 años de trabajo incansable en los que para ella ha sido inevitable tenerle «amor a las personas que vienen a buscar una atención”, según reconoce.
A su lado está Francisca Soriano, otra de las enfermeras auxiliares con más de tres décadas de laborar en el hospital. Dice sentirse «muy contenta» y a la vez orgullosa «de formar parte de este gremio».
“Es una carrera bien compleja y, para poder trabajar, nos tiene que gustar», comenta. Y ese gusto lo explica de una manera muy particular: «No estamos trabajando con madera ni bloques, sino con vidas humanas».
Y es que, para ella, ser enfermera significa tener «mucha conciencia»; y pese a todo, «si yo volviera a nacer, la elegiría una y otra vez”, reconoce.
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Vea los testimonios:
Gloria Fuentes es otra de este grupo selecto de profesionales. Da «gracias a Dios» por la «oportunidad» de ejercer su profesión, para poder «atender, ayudar y apoyar a cada paciente».
“La carrera de Enfermería para mí es muy importante, porque ayudo a mi familia y al prójimo. Esta carrera es de sensibilidad humana”, indica.
Por su parte, Reina Isabel Cruz, jefa del departamento de Enfermería del hospital, mandó sus «felicitaciones en grande». Esperando que cada una de sus compañeras «se sienta tan satisfecha como me siento yo de tener la dicha y el privilegio de ser enfermera«.
Según Cruz, ser enfermera «es estar en el momento más difícil de la vida de una persona«. Por esa razón, considera un «privilegio» de atender y cuidar a los pacientes.
«No olvidemos esa misión, no olvidemos que es un ser humano que vamos a atender. En cualquier momento y en cualquier circunstancia, debemos atenderlo”, recordó.
Este grupo de enfermeras egresó de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en 1988 y fueron pioneras en el departamento de Enfermería del Hospital Mario Catarino Rivas.
Todas ellas coinciden en que Enfermería era una carrera especial. Pues consiste no solo en curar a un paciente, sino en convertirse en un apoyo, una amistad y un refugio para ellos.