Redacción. Ocho cuerpos fueron descubiertos en una escena dantesca el pasado domingo a lo largo de una ruta migratoria de El Paso, Texas, supuestamente acribillados por un grupo criminal y abandonados como un mensaje entre carteles en guerra por el tráfico humano.
Según versiones de la Policía, encontraron los cadáveres semidesnudos a lo largo de la carretera entre las ciudades de Chihuahua y Juárez en México. Precisamente, los localizaron cerca de la frontera con Texas.
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En ese sentido, las víctimas, cuya identidad no se conoce, presentaban múltiples heridas de arma blanca, signos de tortura y múltiples impactos de bala. En ese sentido, podría tratarse de una clara afirmación de dominio territorial por parte de los carteles involucrados.
De acuerdo a Víctor Ávila, un exagente de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), la zona alrededor de El Paso es una de las rutas de tráfico más codiciadas desde México. El negocio del contrabando de migrantes se ha convertido en una importante fuente de ingresos para los carteles, que ahora controlan el tráfico humano hacia El Paso.
Tráfico de personas
El contrabando de personas hacia El Paso está controlado por tres carteles: Sinaloa, La Línea y La Empresa, según fuentes cercanas al caso.
Este trágico suceso refleja la creciente violencia y la brutalidad de la lucha entre carteles por el control de las rutas de contrabando de migrantes. La situación se ha vuelto cada vez más peligrosa para aquellos que intentan cruzar la frontera en busca de mejorar sus condiciones de vida.