Redacción. José Roberto Corrales Castillo, de 39 años, fue encontrado sin vida y completamente carbonizado el pasado jueves 30 de enero en una finca de la aldea Agua Fría, en El Corpus, Choluteca.
La noticia ha conmocionado a la comunidad y ha dejado a su familia sumida en el dolor y la incertidumbre.
La madre de la víctima, Cristina Castillo, informó que su hijo había sido secuestrado el 28 de enero. Sin embargo, la angustia de la familia se tornó en tragedia cuando se confirmó el hallazgo del cuerpo de José Roberto.
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La madre reveló que el cuerpo no presentaba heridas de bala ni de arma blanca, lo que hace sospechar que fue quemado vivo.
El cuerpo de Corrales fue trasladado a la morgue de Tegucigalpa, donde sus familiares acudieron para realizar el reconocimiento. Sin embargo, debido a trámites administrativos, la entrega del cadáver se postergó hasta el lunes 3 de febrero.
Hipótesis
Cristina Castillo sospecha que una mujer, con quien su hijo tenía contacto frecuente, y el esposo de ella, podrían estar involucrados en el crimen. «Yo siento que ella sabe qué pasó con mi hijo», declaró entre lágrimas la madre de la víctima.
La situación se tornó aún más tensa cuando la madre reveló que el sábado, la misma mujer, de quien sospecha, llegó a su casa con un machete, aunque lograron desarmarla. «No sé con qué intenciones, pero se lo quitamos», agregó Cristina.
Ante este hecho dantesco, los familiares de José Roberto exigen justicia por su crimen. La víctima deja a dos niñas de 1 y 7 años, quienes ahora quedan huérfanas. La familia clama por respuestas y pide a las autoridades que investiguen a fondo el caso para dar con los responsables de este terrible crimen.