Redacción. Mirian Aguilar, una madre hondureña, estaba en su vivienda, ubicada en el barrio San Juan del municipio de Sulaco, Yoro, cuando sujetos armados irrumpieron en la madrugada de este sábado y le dispararon en varias ocasiones.
Según medios locales, los sujetos la atacaron directamente, sin amenazas previas, ni robo aparente. Solo llegaron para atacarla violentamente hasta dejarla sin vida.
Los hechos ocurrieron en horas de la madrugada del 10 de mayo. La escena la acordonaron agentes de la Policía Nacional mientras Medicina Forense realizaba el levantamiento del cuerpo. Hasta ahora, no hay información oficial sobre el móvil del crimen ni sobre personas detenidas por el hecho.
Vecinos, consternados, indicaron que Mirian era conocida y querida en la comunidad, aunque no se han brindado más detalles sobre su vida o si había reportes previos de amenazas en su contra.
Este asesinato ocurre en medio de un contexto alarmante para las mujeres en Honduras. Con el caso de Mirian, ya son más de 80 las mujeres asesinadas en lo que va del año, según datos recopilados por organizaciones defensoras de derechos humanos y reportes de prensa. La mayoría de estos crímenes siguen en la impunidad, y pocos tienen una resolución judicial.
Muerte de otra mujer
El crimen contra Mirian Aguilar se registra apenas horas después de que el país quedara impactado por otro hecho violento contra una mujer. Ana Cristina Martínez Colindres, una joven estudiante de Ingeniería, murió ayer viernes tras ataque en plena vía pública, en el bulevar Suyapa de Tegucigalpa.
La joven, de apenas 20 años, ingresó en estado crítico al Hospital Escuela con una herida de bala en la cabeza. Pese a los esfuerzos médicos, la declararon con muerte cerebral y posteriormente se confirmó su fallecimiento. En el ataque también resultó herido un hombre que la acompañaba, quien sería su nueva pareja, y que permanece bajo observación médica.
De forma preliminar, los familiares señalaron como principal sospechoso del ataque a la expareja de Ana Cristina, quien supuestamente habría disparado por celos.