Redacción. Miembros de la oposición política se movilizaron en Tegucigalpa para expresar su respaldo a las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López y Ana Paola Hall.
La marcha inició en la cancha del Birichiche, cerca del Estadio Nacional Chelato Uclés, y recorrió las calles de la capital hondureña, hasta culminar frente a las instalaciones del CNE, en la colonia El Prado. Los manifestantes, vestidos en su mayoría con los colores azul y blanco, portaron banderas de Honduras y pancartas en apoyo a las consejeras.
El jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, fue uno de los principales oradores de la movilización.
Le puede interesar – G-16 se reúne con el CNE para conocer qué ocurrió en las elecciones primarias
«El pueblo está aquí para respaldar que se haga la declaratoria el 8 de abril, tal como lo establece la ley. Dejen trabajar al Consejo y garanticen que las elecciones se celebrarán en noviembre», expresó Zambrano. El diputado hizo un llamado a respetar los plazos legales establecidos para la declaratoria de los resultados de las elecciones primarias.
Además, Zambrano instó a los manifestantes a respaldar la inconstitucionalidad del CNE y a apoyar a las Fuerzas Armadas para que aseguren la celebración de las elecciones generales del 30 de noviembre. Sus palabras reflejaron la preocupación de la oposición por el desarrollo del proceso electoral y la necesidad de garantizar su transparencia y legalidad.
Himno nacional
Un momento significativo de la jornada se vivió cuando la consejera Cossette López salió a una de las ventanas del CNE para ondear la Bandera Nacional mientras los manifestantes entonaban el Himno Nacional de Honduras.
Este gesto fue interpretado como un símbolo de agradecimiento y compromiso por parte de la consejera, fortaleciendo el apoyo de los manifestantes.
La movilización se produjo en un contexto marcado por las serias dificultades que se presentaron durante las elecciones primarias e internas, especialmente en las principales ciudades del país.
Las demoras en la distribución del material electoral, que en algunos casos superaron las doce horas, generaron preocupación y descontento entre los votantes y los partidos políticos.