Redacción. Las desapariciones en Honduras han alcanzado cifras alarmantes, con 9,388 casos registrados entre 2012 y 2022, según reportes oficiales de la Cruz Roja.
Esta realidad coloca al país en el centro de una crisis que afecta a toda América Latina, donde decenas de miles de personas han desaparecido en medio de conflictos, tránsitos migratorios y otras circunstancias. La región enfrenta el desafío de mejorar la coordinación internacional y el reconocimiento de los derechos de estas personas y sus familiares, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El CICR destaca que la situación en Honduras es un reflejo de lo que ocurre en toda Latinoamérica. En México, por ejemplo, se han reconocido oficialmente más de 116,000 personas desaparecidas. Mientras tanto, en Colombia, 1,730 nuevos casos han sido documentados desde la entrada en vigor del Acuerdo de Paz en 2016.
Por su lado, en Guatemala se contabilizan oficialmente 3.245 desapariciones, y en El Salvador se recogieron 22.000 denuncias por desaparecidos entre 2014 y 2019.
Sin embargo, el subregistro de desapariciones en muchos países podría ser mucho mayor.
La Cruz Roja explicó que muchos Estados latinoamericanos carecen de un marco legal adecuado que reconozca los derechos de las personas desaparecidas y sus familias. Esto es preocupante en países como Honduras, donde se carece de políticas de Estado coordinadas y sostenibles para abordar las causas de estos casos.
Llamamiento
El CICR también denunció la falta de ratificación de instrumentos internacionales para la protección de las personas desaparecidas por parte de muchos países. Esta carencia, junto con las barreras de acceso a las instituciones responsables del registro de casos, complica aún más la búsqueda y localización de los desaparecidos. Además, en muchos casos, las familias temen represalias cuando las desapariciones están vinculadas a situaciones de violencia armada.
En víspera del Día Internacional de las Personas Desaparecidas, el CICR recuerda a los gobiernos de la región su responsabilidad de buscar, localizar e identificar a las personas desaparecidas, estén vivas o no. La organización insta a la implementación de políticas de Estado que permitan abordar este problema de manera efectiva, subrayando la necesidad de una acción coordinada y sostenida para hacer frente a la crisis de desapariciones en toda América Latina.