Redacción. Con lágrimas en el rostro, impotencia e incredulidad, permanecen en Chelsea, Massachusetts, Estados Unidos (EE. UU.), los familiares de las víctimas del trágico accidente ocurrido hace unos días en la carretera que conduce de Tegucigalpa al departamento de Olancho.
Don Saturnino Cruz, junto a doña Cristina Rodríguez, su hija Ruth Cruz y dos niños, viajaban desde Estados Unidos con la intención de compartir unos días con sus parientes en Juticalpa; sin embargo, el viaje terminó en tragedia.
La familia llegó el pasado miércoles 13 de agosto al Aeropuerto Internacional de Palmerola, en Comayagua. Allí fueron recibidos por un conductor designado, Manuel Rivera, y otros familiares que viajaban en un vehículo distinto.
El viaje comenzó con normalidad. La familia hizo una parada para almorzar en un restaurante en Comayagua y luego retomaron su camino, con la intención de llegar a casa y descansar.
Sin embargo, a la altura del kilómetro 7 de la carretera hacia Olancho, Manuel perdió el control del vehículo y este se precipitó a una hondonada, provocando la muerte casi instantánea de la mayoría de los ocupantes.
Solo sobrevivieron los dos niños, a quienes su abuela, Cristina, abrazó y protegió en un intento desesperado por salvarles la vida.
Lea además: Venían de EE.UU. DNVT revela causa del accidente en carretera a Olancho que dejó 4 muertos
Dolor a la distancia
Familiares de estas personas que residen en Massachusetts, Estados Unidos, hablaron con Noticias Telemundo. En medio del dolor relataron con la alegría que Ruth y sus padres viajaban para poder disfrutar de su tierra natal.
«Esto es duro, duro. Yo no pude ir por eso, porque siento que no soy capaz de soportar ese dolor», expresó Daniel Cruz, hijo de don Saturnito y doña Cristina, y hermano de Ruth.
Además, Daniel expresó que habló con su hermana cuando llegó a Honduras y minutos antes de que todos fallecieran de esta manera. «Le dije que le fuese bien en su viaje, pero mire como fue a parar esto. Hay personas allá (Honduras) que como manejan, aunque un vehículo esté malo», lamentó.
Por su parte, el esposo de Ruth que se quedó en Estados Unidos contó que ella sintió que el carro se descontroló, por lo que llamó a José, un pariente que iba adelante en otro carro. A su vez, detalló que sus otros dos hijos, adolescentes, iban en el otro auto y hoy lloran la muerte de su madre y abuelos.
«Ella se moría por sus padres y murió con sus padres. Ella era la que miraba por todo lo que ellos necesitaran», agregó el esposo, afirmando además que era una gran madre.
A doña Cristina, don Saturnino y a Ruth les darán cristiana sepultura este sábado en su natal Juticalpa. Entre tanto, sus familiares realizarán honras fúnebres en una capilla en Chelsea, Massachusetts, Estados Unidos, para orar por su eterno descanso.
