TEGUCIGALPA, HONDURAS. Este 26 de febrero inicia un nuevo proceso de purificación e iluminación interna para los profesantes de la religión católica.
Con el Miércoles de Ceniza inicia la Cuaresma. Esta práctica eclesiástica dura cuarenta días; simboliza la historia bíblica en la cual, por ese tiempo, Jesús permaneció en el desierto de Judea.
A sólo un par de días para que empiece el período de este año, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) compartió un mensaje con pensamientos de reflexión a tomar en cuenta previo a esta etapa.
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Prólogo del mensaje
La parte superior inicia describiendo qué significa el tiempo de cuaresma para la iglesia: Camino hacia el perdón, reconciliación, la justicia y la verdad.
Siguiente, el documento recuerda las palabras del Papa Francisco en un viaje apostólico a Chile, donde explicó, en base con su criterio, la importancia de este acto litúrgico.
«Es un tiempo para recuperar el programa de vida de Jesús en nuestras comunidades cristianas y todas aquellas personas de buena voluntad que apuestan por el futuro, que continúan soñando», inició diciendo.
Y agregó: «Se dejan tocar e impregnar por el espíritu de Dios para construir un nuevo país donde brille la justicia y la verdad».
Comunicado
Un espacio en blanco da pie al inicio de la descripción de seis puntos.
El primer enunciado refiere a un llamado a recuperar el «horizonte» de la vida. La comunidad eclesiástica insta a una glorificación del amor infinito de Dios, que «se manifiesta en Cristo Jesús».
Como segunda idea se plantea un camino hacia un país donde reine la paz; este trayecto, según el documento, inicia con un tiempo intenso de conversión ante el señor.
También, más adelante, el escrito exhorta al perdón y la resolución de conflictos. Para ello, se aclara que «debe haber conciencia moral y voluntad personal y política». Esa aseveración fue tomada de un mensaje del pontífice en la Jornada Mundial por la Paz 2020.
Los últimos dos puntos que plantea la iglesia describen la posibilidad de tomar este tiempo para desterrar el odio, la rivalidad y la división que destruye las relaciones humanas fraternas. Es un tiempo propicio para sanar heridas. Todo lo anterior debe mantenerse en cuenta ante la «situación tan polarizada y llena de conflictos que vivimos en Honduras».
Finalmente, la iglesia pide orar a Dios en búsqueda de «un mundo nuevo» y una «Honduras nueva».
Este espacio del catolicismo finalizará en la tarde del jueves santo, como antesala de la misa de la Cena del Señor.
