MADRID — El Real Madrid vuelve al Santiago Bernabéu en busca de paz… O perdón. Los merengues disputarán su primer partido en casa bajo el mando de Santiago Solari en una situación tan atípica como frustrante para la afición: Perdido en la mitad de la tabla después de recibir una goleada por 5-1 en Barcelona para medirse a un ‘modesto’ que lo mira desde arriba.
Valladolid, un equipo con un valor de mercado de 38.16 millones, será el que intentará conservar su sitio en la zona europea de la tabla (sexto), no el Real Madrid (noveno) con todo y sus 923.40 millones de valor de mercado. El que ha recuperado la ilusión desde que Ronaldo asumió la presidencia y que goza de salud y estabilidad luego de hilar seis partidos sin perder, con cuatro victorias y dos empates. El que no tiene ya nada que demostrar y todo por ganar. Real Madrid, en cambio, no sabe lo que es ganar en Liga desde la quinta jornada, cuando en el último aliento de un buen comienzo lograron vencer por 1-0 al Espanyol.
En ese tenso ambiente se estrenará Solari en el banquillo en Liga. La prueba ‘real’ tras una apacible victoria por 0-4 de Copa del Rey ante Melilla, un rival de Segunda División B, a media semana con los menos habituales.
Lo asume con esperanza de que la desesperada, y sumamente exigente, grada del Bernabéu le dé el beneficio de la duda.
“Uno siente cosas especiales cuando va al Bernabéu como hincha. O a mí me pasa cuando voy a mi asiento. Como jugador es indescriptible y así lo viviré mañana como entrenador. No creo que esté muy alejado de lo que vivo como hincha. Este grupo es bueno y ha hecho soñar al hincha. El aficionado que venga a apoyarnos en este momento y que nos ayuden a encendernos”, señaló el entrenador en rueda de prensa tras el entrenamiento de su equipo.
Más que ganarse la confianza de la afición, Solari necesita convencer al palco de honor para permanecer en el banquillo más allá de las dos semanas como interino que le permite el reglamento. Y solo tiene tres partidos para hacerlo. Valladolid, Viktoria Plzen en Champions y Celta.
Y con el primero llega también la primer complicación. Tendrá que formar con una zaga de emergencia al no poder contar con Dani Carvajal, aún en recuperación, Varane, Marcelo y Vallejo. El argentino solo tiene cuatro defensas disponibles en el primer equipo – Odriozola, Ramos, Nacho y Reguilón – por lo que tendrá que llevar a Javi Sánchez, capitán del Castilla, a la banca.
A sabiendas que su primer alineación será analizada con lupa, tendrá que tomar una decisión con respecto a la portería entre Thibaut Courtois y Keylor Navas, y también en el ataque, al que tendrá que dar un toque tras la sequía goleadora que desencadenó la mala racha.
A partir de ahí, evaluar, pues ya avisó que en su equipo el rendimiento contará tanto o más que los galones.
“Quiero que el Real Madrid juegue como cuando ganó la Novena, la Décima… o Duodécima… son un montón. Este es el equipo de las últimas tres. Ellos tienen que encontrarse”, dijo Solari.
Poco más se puede hacer en tres días para dar la vuelta a una crisis heredada.
