SAN PEDRO SULA.- El empresario Roberto Argüello ha tenido momentos agitados en Washington DC, la capital de Estados Unidos, reuniéndose con congresistas, senadores y personajes influyentes en la política estadounidense con un único objetivo: enmendar varios aspectos de la Nica Act que son, según él, “nefastos para la economía del país”.
Argüello es un empresario nicaragüense radicado en Miami, Florida, que fue además directivo de un importante banco de Nicaragua.
Él pretende explicarle a congresistas y senadores que la iniciativa perjudicaría al país y pedirles que reconsideren su posición.
Argüello ya ha invertido dinero para contrarrestar algunos alcances de la Nica Act.
Contrató al cabildeador Arthur Estopiñan quien hasta el año pasado fue el jefe de despacho de la congresista Ileana Ros-Lehtinen, una de las impulsoras de la iniciativa.
Intereses propios
Argüello asegura que no lo ha contratado ni el Gobierno, ni un grupo económico en específico para cabildear en contra de la Nica Act.
Según dice, lo hace a título personal y voluntario porque tiene intereses en Nicaragua y no le conviene que la economía del país retroceda.
Dice que varios congresistas apoyaron la iniciativa sin leerla. Además, asegura que no está defendiendo al gobierno de Daniel Ortega. q
Cuando se hizo público que él cabildeaba para “mejorar” la Nica Act recibió tres amenazas de muerte desde Nicaragua, según relata.
«Yo estoy verdaderamente preocupado de que esta ley afecte la economía de todos los nicaragüenses», dijo Argüello en una entrevista.
«Creemos que es una ley que puede ser devastadora y por lo cual hay que ver cómo se puede mejorar para quitar todas aquellas cláusulas que afecten a todo el pueblo de Nicaragua, incluyendo a los nicaragüenses norteamericanos que vivimos en los Estados Unidos pero tenemos nuestros intereses en el país», añadió.
!A mí no me contrata nadie, yo tengo mis intereses y en el pasado yo he tenido una participación bien fuerte a favor del exilio y a favor de la democracia de Nicaragua», aclaró el empresario.
