TEGUCIGALPA, HONDURAS. El voraz incendio registrado en las bodegas de DICONSA ha dejado consigo pérdidas millonarias, personas afectadas y lamentos de propietarios de los locales consumidos por el fuego.
En el momento en que se dio el incendio, el lugar comenzó a tornarse tenso y desgarrador, los empleados de los locales y dueños de estos no podían creer lo ocurrido. Muchos de los trabajadores lloraban desconsolados al ver su fuente de trabajo convertida en cenizas.
Estos empleados actuaron de inmediato ante las llamas y desesperadamente comenzaron a sacar los productos de las bodegas, para que no se quemaran en su totalidad. El Cuerpo de Bomberos llegó rapidamente y ayudaron a los empleados a sacar lo necesario y tratar de parar el siniestro.
Las historias detrás de las lágrimas de los trabajadores variaban, algunos confesaron tenerle amor a lo que había dentro, mientras que otros temieron que muchos años laborados estarían perdiéndose con el incendio.
No obstante, todos concordaban en que lo importante es que nadie salió herido y solo se lamentan pérdidas materiales.
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Pérdidas millonarias
El dueño de la empresa, Carlos Falao, lamentó la pérdida de su negocio, informando que las pérdidas rondan los 70 millones de lempiras.
Además, informó que su empresa tiene 16 años en el mercado y cuentan con 50 empleados, quienes podría correr el riesgo de perder su estabilidad laboral.
Además, lamentó que su negocio se esté viniendo abajo, pues el seguro no le cubrirá los gastos totales. Hasta el momento se desconoce qué provocó el incendio, por lo que se espera que las autoridades próximamente den detalles sobre el lamentable suceso.
Unos 100 bomberos ayudaron a detener el incendio
El arduo trabajo que el Cuerpo de Bomberos realizó fue esencial para apagar las feroces llamas. Se conoció que al menos 100 bomberos ayudaron a detener el incendio, logrando rescatar varios aparatos para frenar mayores pérdidas económicas.
Estos miembros estuvieron horas tratando de apagar las llamas, arriesgándose a salir afectados de gravedad. «Hay mareo, falta de respiración y vómito, pero esto es algo que me encanta, servir a nuestra población», manifestó un miembro bomberil al momento que tomaba un corto receso.
La ambulancia de la Cruz Roja se hizo presente y los médicos atendieron a los funcionarios de bomberos que presentaban algunas complicaciones por el humo.
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