Redacción. Este martes, por segundo día consecutivo, las instalaciones de la Agencia de Regulación Sanitaria (ARSA), en Tegucigalpa, permanecen ocupadas por un grupo de manifestantes, que se presume son empleados de la institución.
El lunes 3 de junio comenzó la toma por parte de algunos presuntos empleados que denuncian, entre otras cosas, malos tratos y despidos injustificados. No obstante, otro grupo de trabajadores (en desacuerdo con la protesta) entró por la fuerza y armó un enfrentamiento.
Aunque los manifestantes abandonaron la toma de forma pacífica horas después, hoy han cerrado nuevamente el acceso a la agencia con un candado y han colocado una bandera del Partido Libertad y Refundación (Libre).
Medios de comunicación reportan daños en uno de los portones de la intitución debido a la toma. Según se informó, otros empleados han llegado a la agencia para verificar si pueden ingresar a sus lugares de trabajo. Hasta ahora no han tenido éxito.
Motivos de la toma
El día de ayer uno de los manifestantes, encapuchado, declaró que la toma se debe a los abusos y acoso cometidos por parte de la comisionada presidenta de ARSA, Dorian Salinas, y su equipo directivo.
Los manifestantes exigieron una investigación sobre el mal manejo de fondos públicos y los viajes mensuales de Salinas con su pareja sentimental. Pero también denunciaron la falta de principios éticos, mencionando la contratación de más de 15 parientes de Salinas, incluidos su esposo y exesposo.