Redacción. La Embajada de Estados Unidos emitió una advertencia importante para los titulares de la green card, subrayando los riesgos asociados a los viajes prolongados fuera del país.
La medida cobra especial relevancia en esta segunda mitad de 2025, ante un aumento de consultas sobre viajes internacionales, y recuerda a los residentes permanentes las estrictas regulaciones para conservar su estatus y evitar su abandono.
Según las directrices del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), los residentes permanentes pueden salir del país siempre que su viaje sea de naturaleza temporal y exista una clara intención de regresar para mantener su residencia continua.
Sin embargo, ausencias superiores a doce meses presumen el abandono del estatus, a menos que se haya tramitado un Permiso de Reingreso (Formulario I-131) antes de salir del territorio estadounidense.
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Tiempos límite
Las autoridades migratorias son claras: una ausencia de más de seis meses, incluso si es menor a un año, puede motivar una revisión exhaustiva del historial migratorio.
Si no se puede demostrar que el centro de vida del residente permanece en EE. UU., los funcionarios de frontera están facultados para iniciar procedimientos legales por sospecha de abandono del estatus. Para ausencias de más de un año, el permiso I-131 se vuelve indispensable.
Para demostrar la intención de mantener la residencia, el USCIS exige y recomienda diversas pruebas. Entre ellas: presentar declaraciones de impuestos como residente permanente, mantener un empleo o actividades económicas en el país, poseer una propiedad o alquiler como domicilio principal, tener cuentas bancarias activas y vínculos familiares directos en EE. UU.
Además, se aconseja conservar registros que justifiquen las razones del viaje, como certificados médicos o documentación de emergencias familiares, en caso de que la ausencia se prolongue inesperadamente.

Diferencias cruciales
Es vital recordar que el estatus de residente permanente no confiere los mismos privilegios que la ciudadanía estadounidense en cuanto a viajes. Mientras los ciudadanos pueden residir en el extranjero de forma indefinida y regresar libremente, los residentes permanentes deben mantener su vida principal en EE. UU. para retener su green card.
Si un residente permanece más de doce meses fuera sin el permiso de reingreso, se presume automáticamente la pérdida de su estatus. Esto, podría obligar a tramitar una visa de residente que regresa (SB-1) o, en el peor de los casos, enfrentar la deportación.
El USCIS y el Departamento de Estado recomiendan encarecidamente a los titulares de la green card consultar las instrucciones oficiales antes de cualquier viaje prolongado. La clave es contar con la documentación adecuada y demostrar vínculos continuos con Estados Unidos para evitar la pérdida de un estatus tan valioso.