Redacción. El buque escuela Perekop, de la Marina de Guerra de Rusia, arribó este miércoles al puerto de La Habana, en Cuba, para cumplir un amplio programa de actividades.
En el recibimiento estuvieron presentes el segundo jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR), José Luis Souto, y el embajador ruso en Cuba, Victor Koronelli.
A su entrada a la bahía habanera, el buque Perekop disparó varias salvas que fueron recíprocas por una batería de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.
Durante su estancia en Cuba los marinos rusos realizarán visitas de cortesía al jefe de la MGR y a la gobernadora de La Habana, además recorrerán sitios de interés histórico y cultural.
La población cubana y extranjeros en ese país podrán visitar el buque mañana desde las 10:00 hasta las 18:00, hora local, y el jueves de 10:00 hasta las 16:00.
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El Perekop –cuya visita se anunció por el ministro Manuel Marrero el pasado junio– pertenece a la Flota del Báltico, Además, suele viajar con cientos de cadetes de las academias navales de las ciudades de San Petersburgo, Vladivostok y Baltiysk.
De igual manera, se supone que trae a la Isla «una carga humanitaria», según medios oficiales rusos. Sin embargo, hasta ahora no se ha aclarado en qué consiste la ayuda ni por qué se entrega.
La colaboración militar entre La Habana y Moscú se ha desarrollado en un ambiente de hermetismo. Aunque el general López Miera se ha sumado a la caravana de altos cargos cubanos que han recalado en el Kremlin, poco o nada se conoció de su reunión con Sérguei Shoigu, su homólogo ruso.
Está previsto que la plana mayor del Perekop pase varios días en La Habana como parte de un proceso de intercambio «cultural y empresarial» con la Isla.
Sin embargo, el medio Cuba Siglo 21 alertó el lunes que el arribo de la nave esconde «otros intereses», fruto de un contubernio entre el régimen de Vladímir Putin y el de La Habana. En un dossier firmado por el ex general cubano Rafael del Pino, la organización advierte de que es Rusia y no EE UU quien tiene intenciones de «provocar» una tensión militar en aguas caribeñas.
