Redacción. El empresario Elon Musk renunció a su rol como empleado especial del gobierno de Estados Unidos y ha abandonado la jefatura del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una agencia creada por la administración de Donald Trump para reducir la burocracia y el gasto público.
Su salida, anunciada a través de un mensaje directo en su red social X, revela profundas diferencias con la Casa Blanca. Especialmente en torno a la política fiscal del actual mandatario.
Musk lideró el DOGE desde su fundación en enero de 2025, impulsando iniciativas para simplificar procesos administrativos y eliminar gastos superfluos. No obstante, en los últimos meses, el magnate sostuvo una creciente tensión con Trump debido a un proyecto de ley fiscal que, según él, contradecía los principios fundacionales de la agencia.
Le puede interesar – Elon Musk ya tiene su propia ciudad en EEUU y va por el espacio
Críticas a la política económica
«Al finalizar mi mandato como empleado especial del Gobierno, quiero agradecer al presidente Donald Trump por la oportunidad de reducir el gasto innecesario. La misión de DOGE se fortalecerá con el tiempo», escribió Musk.
Sin embargo, su mensaje vino acompañado de críticas abiertas al proyecto fiscal impulsado por el Ejecutivo. Este contempla recortes de impuestos combinados con un aumento significativo del gasto en defensa.
El empresario advirtió que esa propuesta no solo elevaría el déficit presupuestario, sino que también haría del DOGE un “chivo expiatorio”, para justificar recortes sin resultados en eficiencia. «Me siento decepcionado», expresó días antes de su salida, refiriéndose a lo que consideró un desvío de los objetivos por los que aceptó colaborar con la administración.
La renuncia del multimillonario ocurre en un momento complejo para el gobierno de Trump, que enfrenta cuestionamientos sobre su estrategia económica y el uso político de figuras del sector privado. La relación entre ambos osciló entre la alianza táctica y el desacuerdo público, ya que Musk no solo fue un donante importante en la campaña de 2024, sino también uno de los nombres más influyentes en la configuración de políticas de innovación dentro del Gobierno.
La Casa Blanca ha designado a Amy Gleason como administradora interina del DOGE. Expertos advierten que será difícil replicar el impacto simbólico y político que representaba Musk en esa posición. El empresario anunció que centrará sus esfuerzos nuevamente en Tesla y SpaceX, al tiempo que reducirá su exposición en el ámbito político.
