Redacción. La Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentó este lunes su informe sobre las elecciones generales de Honduras ante el Consejo Permanente del organismo.
En el escrito, el organismo evaluó el proceso electoral celebrado el 30 de noviembre y la elección repetida realizada el 7 de diciembre únicamente en el municipio de San Antonio de Flores, en El Paraíso.
La MOE/OEA estuvo encabezada por el ex canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, quien dio seguimiento integral al proceso electoral hondureño. Para ello, desplegó 101 observadoras y observadores de 19 nacionalidades, quienes visitaron 780 Juntas Receptoras de Votos (JRV) y 325 centros de votación en los 18 departamentos del país.
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Normalidad
Según el informe presentado, la jornada electoral se desarrolló con normalidad y registró una alta participación ciudadana, con incidentes aislados.
No obstante, la Misión advirtió que el proceso estuvo marcado por conflictos internos en las autoridades electorales, retrasos en la adopción de decisiones clave y deficiencias técnicas en el uso de herramientas tecnológicas para el procesamiento y la divulgación de resultados.
Durante su intervención ante el Consejo Permanente, Loizaga señaló que se observaron “atrasos importantes en el procesamiento de los resultados”, aunque precisó que la Misión no encontró indicios que pongan en duda su validez.
En ese sentido, subrayó que las actas físicas constituyen el núcleo del sistema electoral hondureño. El informe también expresó preocupación por la circulación de narrativas de fraude provenientes de distintos actores políticos, las cuales, de acuerdo con la MOE/OEA, han afectado la confianza ciudadana y la institucionalidad democrática.
Loizaga afirmó que, a lo largo del proceso, las autoridades electorales “han puesto de manera reiterada intereses partidistas por encima del éxito del proceso electoral”.

Demoras
En relación con la etapa postelectoral, la Misión reconoció demoras en la gestión del material electoral y en el funcionamiento de los sistemas informáticos.
Sin embargo, enfatizó que no se ha observado dolo ni manipulación deliberada de los resultados.
Asimismo, recordó que la legislación hondureña establece mecanismos claros de impugnación y que únicamente las autoridades electorales competentes están facultadas para emitir una declaratoria oficial de resultados.
Ante este escenario, la MOE/OEA hizo un llamado urgente al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que inicie de inmediato el escrutinio especial de las actas con inconsistencias y adopte decisiones expeditas que permitan contar con resultados oficiales en el menor tiempo posible.
“La población necesita y merece certeza; la demora actual no es justificable”, recalcó el jefe de la Misión.
La Misión reiteró su rechazo a cualquier intento de alterar el orden público o de desconocer la voluntad popular expresada en las urnas y manifestó su preocupación por declaraciones de actores institucionales que, según indicó, exceden sus competencias al calificar la validez de las elecciones.
En su informe, la MOE/OEA destacó que, desde las elecciones primarias del 9 de marzo, se han observado dilaciones recurrentes en el proceso electoral.
De acuerdo con el análisis presentado, la estructura partidista de las autoridades electorales explicaría parte de los contratiempos y dificultades enfrentadas durante el proceso.
Hallazgos
Entre los hallazgos, el informe recoge observaciones sobre la organización de las JRV, el conteo de votos y la divulgación de resultados, con el objetivo de aportar elementos que contribuyan a mejorar futuros procesos y reforzar la confianza de la ciudadanía en la democracia hondureña.
Loizaga indicó que los conflictos internos derivaron en la aprobación tardía de protocolos, reglamentos y adjudicaciones, lo que puso en riesgo el calendario electoral.
Posiciones
Tras la presentación del informe, los embajadores de los Estados miembros ante la OEA expresaron sus posiciones sobre el proceso electoral en Honduras.
El embajador de Uruguay, Edison Lanza, señaló que el país atraviesa un momento crítico y afirmó que la voluntad del pueblo expresada en las urnas debe ser respetada.
En tanto, el embajador de Brasil, Benoni Belli, instó a que todos los actores trabajen para garantizar la conclusión del proceso electoral con claridad.
La embajadora de México, Luz Elena Baños Rivas, llamó a respetar la libre competencia política y el principio de autodeterminación de los pueblos.
Por su parte, la embajadora de Panamá, Ana Irene Delgado, indicó que el continente enfrenta un desafío que pone a prueba la democracia en el hemisferio y subrayó que la expectativa de los hondureños es que el proceso electoral sea concluido.
La representante de Ecuador, Mónica Palencia, pidió evitar la incertidumbre. Llamados similares a la calma y al respeto fueron expresados por los embajadores de Guatemala, Estados Unidos y Colombia.
Estados Unidos e injerencia
En el debate, el representante de Estados Unidos, Michael Kozak, negó que su país haya interferido en el proceso electoral hondureño, pese al respaldo público del presidente Donald Trump al candidato del Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura.
Kozak sostuvo que una publicación en redes sociales del mandatario estadounidense expresando su preferencia no constituye interferencia electoral y rechazó acusaciones de manipulación.
«Una publicación en las redes sociales de nuestro presidente expresando su preferencia no es una interferencia electoral. Ya que la gente en Honduras era libre de emitir sus votos», aseguró el representante de Estados Unidos.

Finalmente, el secretario general de la OEA, Albert R. Ramdin, anunció que el jefe de la Misión, Eladio Loizaga, y el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral, Gerardo de Icaza, regresarán a Honduras el próximo miércoles para continuar el acompañamiento al proceso electoral.
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