Redacción. Un tremendo alboroto se desató cuando el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, llegó para ejercer el sufragio y no realizó fila.
El ambiente de calma cívica se rompió cuando el diputado solicitó que lo condujeran directamente a la Junta Receptora de Votos. De esta manera logró que lo eximieran de la larga fila que formaban los demás ciudadanos. Esta acción inmediata encendió los ánimos de los presentes e inició una escena de caos y protestas verbales.
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Enardecidos por la petición de trato preferencial, los ciudadanos que esperaban su turno comenzaron a gritar: «¡Fuera, fuera, fuera!». La situación escaló rápidamente, pues los votantes expresaron su furia por lo que consideraron un abuso de poder y una falta de respeto a la igualdad en el proceso electoral.
Una de las personas en la fila, visiblemente molesta, gritó: «Es mortal que haga fila, sinvergüenza», recriminando la actitud del funcionario de creerse superior a la norma.
Otro ciudadano señaló la indignación colectiva al cuestionar: «¿Qué corona tiene para no hacer fila?». Esto dejó claro que perciben al presidente del Congreso Nacional como alguien que no respeta a la ciudadanía, ya que, muchos candidatos han hecho la fila junto a su familia sin privilegios.
