Redacción. El voto asistido es un derecho fundamental y la normativa electoral de Honduras lo contempla como un mecanismo esencial que garantiza la inclusión y la plena participación de las personas con discapacidad, ya sea de manera temporal o permanente, o ante cualquier otro impedimento para emitir su voto de forma autónoma.
La legislación hondureña asegura el voto asistido, cumpliendo con los estándares internacionales, como los establecidos en la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
¿A quiénes aplica el voto asistido?
Aplica a los ciudadanos con discapacidad que ejercen su voto de manera asistida cuando presentan impedimentos físicos, visuales, auditivos o intelectuales que dificulten marcar la papeleta de forma independiente.
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Además, y aunque el trato es diferente al voto asistido formal, el sistema electoral ofrece atención preferencial a adultos mayores y mujeres embarazadas. Este trato preferencial busca facilitarles su ejercicio del sufragio de manera prioritaria en las filas de votación.
¿Quién asiste al elector?
La persona con discapacidad tiene la libertad de decidir quién le asistirá. El apoyo puede ser proporcionado por alguien de su confianza, como un familiar o amigo. O bien por personal designado por órganos electorales u otros programas de asistencia.
Asimismo, el presidente de la Junta Receptora de Votos (JRV) puede asistir públicamente al elector, marcando la papeleta según las indicaciones del votante, en presencia de los demás miembros de la mesa electoral.
Función de JRV
La JRV tiene la responsabilidad de identificar en la fila de votantes a aquellos ciudadanos que requieran trato preferencial o asistencia y facilitarles el proceso.
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