Redacción. Con paso firme, camisa azul arremangada y sus inseparables botas, a las que llama con orgullo “los burros”, Nasry Juan Asfura Zablah recorre nuevamente los caminos políticos de Honduras.
Conocido como “Papi a la Orden”, Asfura busca otra vez la candidatura presidencial por el Partido Nacional, confiado en que su estilo cercano, práctico y centrado en resultados puede reconectar al electorado con un liderazgo basado en trabajo y empatía.
A sus 66 años, se distingue de los políticos tradicionales: prefiere los saludos espontáneos en mercados, plazas y barrios a las conferencias formales, y los abrazos sinceros al protocolo.
Su frase más repetida, “¿Cómo estás, papito?”, refleja esa combinación de sencillez y cercanía que lo ha convertido en una figura popular dentro y fuera del Partido Nacional.
Biografía de Nasry Asfura
Nacido el 8 de junio de 1958 en Tegucigalpa, capital de Honduras, hijo de inmigrantes palestinos, Asfura creció con una sólida ética de trabajo y servicio.
Se graduó como Bachiller en Ciencias y Letras en el Instituto Católico San Francisco y comenzó su carrera profesional en el sector empresarial antes de dar el salto a la política. Desde joven mostró interés en la gestión pública y el desarrollo comunitario, valores que han marcado toda su trayectoria.
Su primer cargo público fue como regidor del Distrito Central en 2006, durante la gestión de Ricardo Álvarez. Posteriormente, fue diputado del Congreso Nacional y ministro del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), donde impulsó proyectos comunitarios y obras de impacto social.
Su verdadera proyección llegó, sin embargo, en 2014, cuando asumió la Alcaldía Municipal del Distrito Central, cargo que ocupó por dos periodos consecutivos.
Durante su gestión, lideró importantes obras de infraestructura urbana, como pasos a desnivel, repavimentaciones y proyectos de mejora del espacio público. A pesar de las críticas de la oposición por el manejo de fondos y contrataciones, su filosofía siempre ha sido clara: “Yo no hablo mucho, yo trabajo”.
Trayectoria política
En 2021, “Papi a la Orden” participó como candidato presidencial bajo el movimiento Unidad y Esperanza. Ganó las elecciones internas del Partido Nacional, pero no logró superar a Xiomara Castro en los comicios generales. Aun así, ha decidido volver a postularse, convencido de que su mensaje de unidad, trabajo y esperanza sigue siendo relevante para Honduras.
Entre sus propuestas destacan la generación de empleo, el fortalecimiento del sector agropecuario, el acceso a la salud y la creación de oportunidades para jóvenes y emprendedores.
Defiende la descentralización y la cooperación entre los gobiernos municipal y central, argumentando que “no hay colores cuando se trabaja por Honduras”, con un enfoque en resultados concretos y tangibles. Su plan busca crear un país más inclusivo, donde los proyectos lleguen a las comunidades sin barreras políticas.
Vida de «Papi a la Orden»
Además de su vida pública, es un hombre de familia y de fe. Casado con Lissette del Cid y padre de tres hijas, Asfura mantiene su vida personal fuera del foco mediático. Quienes lo conocen destacan su disciplina, humildad y constante compromiso con el trabajo.
“Él no busca aplausos, sólo resultados. Siempre piensa en Dios y en el país”, expresó una simpatizante durante una reciente visita a Choluteca.
Hoy, enfrenta el desafío de reconectar con un electorado exigente y desencantado con la política tradicional.
Su recorrido por barrios y mercados, su cercanía con la gente y su mensaje de trabajo constante buscan demostrar que un liderazgo basado en la acción y la empatía es posible. Como él mismo afirma: “Por Honduras, todo. Por mí, nada. Papi a la orden, siempre”.
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