Redacción. El Gobierno de El Salvador solicitó formalmente a Estados Unidos la exención del arancel del 10 % impuesto recientemente a sus exportaciones, en un contexto de estrechas relaciones bilaterales que busca aprovechar para preservar la competitividad de sus productos en el mercado estadounidense.
La ministra de Economía, María Luisa Hayem, reveló este miércoles que la petición fue presentada durante una reunión celebrada en abril con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick. La funcionaria destacó la importancia del encuentro y el tono positivo del diálogo mantenido con la administración de Washington.
«Hemos tenido la oportunidad de ser uno de los países que ha sido recibido por el secretario de Comercio de Estados Unidos, con quien nos hemos reunido en abril», indicó Hayem durante una entrevista en un canal local.
La ministra detalló que el Gobierno salvadoreño expresó su preocupación por el impacto que podría tener el nuevo arancel sobre las exportaciones nacionales, particularmente en sectores clave como el textil, agrícola y plástico. «Hemos solicitado que ese 10 % no aplique a los productos que El Salvador exporta hacia Estados Unidos.
Pero nuevamente (sostengo) esta es una medida impuesta por otro país y se sale de nuestras manos, aunque se ha avanzado bastante bien (con las conversaciones)», subrayó Hayem.

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Esta medida forma parte de una política proteccionista que ha despertado tensiones en el comercio internacional, con repercusiones ya visibles en las relaciones de EE. UU. con aliados tradicionales como Canadá, así como con China, que ha respondido con sus propios aranceles.
Pese a este escenario, Hayem subrayó el buen momento diplomático entre ambos países. «El Salvador está en uno de los mejores momentos históricos de las relaciones con Estados Unidos», afirmó la ministra, quien también calificó el vínculo bilateral como «estrecho».
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones salvadoreñas. Asimismo, también su mayor proveedor de bienes, lo que refleja una alta dependencia económica. En 2024, Estados Unidos absorbió la mayor parte de las exportaciones salvadoreñas, por encima de socios regionales como Guatemala y Honduras.

El Ejecutivo salvadoreño espera que, tras lo que calificó como un «diálogo bastante constructivo», se defina una política arancelaria diferenciada para El Salvador. Esta medida sería clave para mantener el flujo de exportaciones hacia su principal socio comercial y evitar un posible impacto negativo en la economía nacional.