MÁXIMA VELOCIDAD. A los aficionados a los coches clásicos no hay que explicarles mucho lo que es un Porsche 912. Se trata de una variante del mítico 911, con la misma carrocería e interior (aunque de serie llevaba tres esferas en su cuadro de relojes, y no cinco) pero con un motor bóxer de cuatro cilindros heredado del Porsche 356, en lugar de seis.
Apareció en el mercado en 1965 para clientes que ni querían gastarse tanto dinero (costaba de forma aproximada una tercera parte menos que un 911) ni demandaban la potencia y el rendimiento del 911 con motor 2.0, así que con 1,6 litros se conformaba con entregar 90 CV, sin duda algo cortos para el aspecto deportivo que ya ofrecía entonces. Y, mientras el 911 agigantaba leyenda en los años 60 con motores que iban creciendo hasta los 2,4 litros, el 912 quedó relegado a ser una especie de ‘patito feo’ para muchos, hasta que en 1969 cesó su producción.
Años más tarde, en 1976, el 912 volvería a ser introducido en el mercado, pero esta vez ya dentro de la generación ‘G’ (la que incluía fuelles en los parachoques, entre otros cambios) y solo para el mercado norteamericano, así que por Europa solo tenemos algunas unidades importadas de allí.
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Por fin le toca al 912
Varias empresas se han hecho famosas preparando los 911, como Ruf o Singer. Pero nadie se había acordado de los 912 hasta que la empresa húngara KAMManufactur se encargó de devolverles algo de protagonismo proponiendo una salvaje versión restomod, que es como se llaman ahora aquellas que toman un coche viejo y lo actualizan para que tenga muchas de las ventajas de uno actual.
Esta empresa ya creó el KAMM 912c en 2022 con unas ventajas impresionantes respecto al modelo original: la carrocería conservaba el techo y los paneles traseros de acero, pero el resto de la carrocería era de fibra de carbono, lo que dejaba el peso final en 750 kg.
Solo 699 kg
Ahora, sin embargo, acaba de presentar una versión 912c con el exterior de fibra de carbono al completo, lo que deja su peso final en unos increíbles 699 kg, 100 kg menos que el Fórmula 1 de Fernando Alonso.
«Con el 912c totalmente de carbono pretendemos ahorrar peso de la parte trasera y superior del coche para conseguir una distribución del peso lo más cercana posible al 50-50. Soy un perfeccionista y busco continuamente nuevas formas innovadoras de mejorar el 912c. Nuestra nueva carrocería de fibra de carbono es un gran ejemplo de ello, con un ajuste perfecto, una resistencia increíble y un mayor ahorro de peso», ha dicho Miklós Kázmér, fundador de KAMManufaktur.
Pero esta carrocería, que puede ir con la fibra de carbono expuesta o pintada para que no se vea, no es la única responsable de que el coche rebaje en más de 300 kg el peso de un 912 tal cual salió de Porsche (y 50 kg menos que la versión de semi carbono, que siguen vendiendo).
El 912c también incluye ventanillas de Lexan, retrovisores de carbono, asientos de este material (con ajuste o sin él), alfombrillas ligeras y remates interiores en carbono. Sin embargo no se ha olvidado de comodidades como un subwoofer que queda escondido, un sistema de aire acondicionado más potente o una conectividad para el teléfono mejorada respecto al a del modelo lanzado en 2022.
Llantas, también de carbono
En materia de chasis se beneficia de unas llantas de carbono (opcionales) con neumáticos que pueden ser semi-slick, una suspensión ajustable en 5 posiciones y unos discos ventilados. Y el motor es un 2.0 de cuatro cilindros, por supuesto bóxer y refrigerado por aire, que exhala a través de un escape de titanio (puede ser de titanio en opción), incorpora inyección electrónica y eleva la potencia hasta los 190 CV, la misma potencia que entregaba el 911 2.4S conocido como ‘pre-73’.
Los precios se quedan en 400.000 euros, o en 360.000 euros si al encargarlo entregas un Porsche 912 como donante. Es más de lo que cuesta en la actualidad un 911 S/T (349.000 euros), en la actualidad el 911 más caro del catálogo de Porsche.