Nada anormal en esa escenografía habitual de cualquier oficina principal e importante de un ministerio nacional. Salvo que la presencia de una caja fuerte -con cerradura de combinación- llama la atención a primera vista.
Y más, cuando quien tenía una caja fuerte en su baño privado, a metros de su escritorio, era Julio Miguel De Vido,
El poderoso titular del Ministerio de Planificación durante todo el kirchnerismo tenía ese compartimiento de seguridad para guardar sus cosas más preciadas y de valor, y además a salvo de manos no autorizadas.
El recuerdo que surge aquí es el de una ministra que trabajó en el mismo edificio pero a la que le encontraron dinero en su despacho pero en una bolsa.
Quien no fue tan previsora como De Vido fue Felisa Josefina Miceli, ex ministra de Economía de Néstor Kirchner, y que fue condenada cuando una inspección de rutina de los bomberos por el edificio, le encontró el 5 de junio de 2007 en el despacho ministerial una bolsa con 100.000 pesos y 31.670 dólares en efectivo.
La entonces ministra alegó durante el juicio que la encontró culpable de corrupción que el dinero era producto de un préstamo familiar para realizar una operación inmobiliaria.
Miceli renunció a conducción del Palacio de Hacienda, tras dos años de servicio en el Gobierno nacional, y recibió acogida en la Asociación Madres Plaza de Mayo, donde se desempeñó como asesora y en su universidad dirigió un centro de estudios económicos.
De Vido se fue de ese despacho el 9 de diciembre y ahora, ese piso del tradicional edificio del Ministerio de Economía es ocupado por las autoridades del Ministerio de Producción, que conduce Francisco “Pancho” Cabrera. Y dejó la caja fuerte: ¿sería muy pesada?
Ahora, De Vido es diputado nacional y se ha mostrado alineado con el kirchnerismo duro y se fotografió pocos días atrás, hasta con su archirrival durante la gestón de Cristina, el ex ministro económico Axel Kicillof, ahora también diputado nacional.
Ayer, el ex ministro de Planificación se despachó duramente a través de la red social Twitter contra tres asuntos de la actual gestión macrista: la cesantía de los contratados del Centro Cultural Kirchner, los aumentos en los combustibles y la puesta en duda de la continuidad de las represas Néstor Kirchner y Cepernic, en Santa Cruz.
