AFP. El papa Francisco decidió reabrir el caso, ya prescrito, de un influyente sacerdote y artista esloveno acusado de haber cometido violencia sexual y psicológica contra mujeres a principios de los años 1990, anunció el Vaticano el viernes.
Francisco «pidió al dicasterio (Ministerio del Vaticano) de la doctrina de la fe que examinara este caso y decidió dejar de lado la prescripción para permitir que prosiga el procedimiento disciplinario» contra Marko Rupnik, teólogo y famosa artista de 68 años cuyos mosaicos se exhiben en Lourdes, Fátima y Washington.
«El papa está firmemente convencido (…) de que la Iglesia (…) debe escuchar con atención y compasión a quienes sufren, especialmente si se sienten marginados por la Iglesia», justificó el Vaticano en su comunicado.
Nueve monjas acusan a Marko Rupnik de violencia sexual y psicológica en una comunidad de Liubliana, Eslovenia, a principios de los años 1990.
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Investigación
A mediados de diciembre de 2022, la orden de los jesuitas, de la que procedía el Papa Francisco y a la que pertenecía Marko Rupnik antes de ser excluido en junio de 2023, anunció la apertura de una investigación en su contra.
El Vaticano, que también había recibido una denuncia contra el padre Rupnik, indicó que, sin una investigación canónica, octubre de 2022 era la fecha límite para cerrar el caso. El padre Rupnik sólo recibió restricciones impuestas por la Compañía de Jesús, principalmente la prohibición de confesar y acompañar actividades espirituales.
Es precisamente la decisión de Francisco de derogar los plazos de prescripción del derecho canónico lo que permite la apertura del procedimiento contra el religioso.
Acusado en otro caso de haber tenido relaciones sexuales con una mujer y luego de haberle dado la absolución, recibió en 2020 la sanción más alta posible de parte del Vaticano: la excomunión, lo que equivale a la exclusión de la comunidad cristiana, pero muy brevemente, ya que levantaron la medida inmediatamente porque admitió los hechos y se arrepintió formalmente.
En Eslovenia, la diócesis de Koper, ciudad portuaria del Adriático, anunció el jueves que habían admitido al padre Rupnik en agosto por petición propia. AFP.