Redacción. En un ambiente cargado de dolor, Estefany Carrillos despidió ayer lunes a su pareja, Mario Cálix, un joven de apenas 22 años que fue brutalmente asesinado el pasado fin de semana en la capital.
El sepelio se llevó a cabo en Catacamas, ciudad natal del joven, donde familiares, amigos y conocidos se unieron para darle el último adiós a quien muchos describen como “alegre, noble y soñador”.
Pero fue Estefany quien, entre lágrimas, puso palabras al duelo, tocando a muchos corazones.
Un joven lleno de metas… y amor por su madre
Mario, según recuerdan quienes lo conocieron, era un muchacho carismático, lleno de vida y con sueños enormes. Su motivación, contaba Estefany, era su madre. “Él me decía: «cuando sea doctor, le daré todo a mi madre porque ella lucha cada día». Ella era el motor de su vida”, relató.
Asimismo, Estefany compartió detalles que humanizan aún más la figura de Mario. “Él era un niño; amaba sus legos, sus gorras. Amaba todo lo que tuviera que ver con Messi y su Barcelona”, narró.
El vínculo entre ambos era profundo. Estefany reveló que Mario la ayudó a sanar una herida que creía incurable, cuando perdió a sus padres en 2018. “Él me enseñó a vivir de nuevo después de perder a mis padres”, confesó. Luego, agregó con voz entrecortada: “Él me decía: «llóralo, sácalo todo, llóralos, pero nos los olvides. Ahora lo lloraré, pero tampoco lo voy a olvidar”.
El momento más duro de la despedida fue también el más sincero. “Mario, donde anduviera le sacaba una sonrisa a la gente, quien lo conoció sabe cómo era de carismático”, afirmó.
El crimen que aún deja preguntas sin respuesta
Mario fue atacado a balazos el sábado 31 de mayo en la colonia Jardines del Country, en Comayagüela. Según reportes preliminares, hombres armados abrieron fuego sin mediar palabra. En el hecho también resultó herido su acompañante, Frank Pacheco, quien fue trasladado a un hospital con graves lesiones.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado si el ataque responde a amenazas previas o si se trató de un crimen aleatorio. El caso sigue bajo investigación.
Mario Cálix era sobrino de la diputada nacionalista Teresa Cálix y del diputado liberal Jorge Cálix, aunque su entorno insiste en que vivía una vida alejada de la política y centrada en su familia y estudios.