Se clasificó para los octavos de final de copa el Girona después de derrotar al Alavés por 2-1, pero la alegría por alcanzar lo que es su techo en esta competición no fue completa por la lesión de Patrick Roberts cuando el partido ya tocaba a su fin y que se añade a una larga lista de jugadores que están en la enfermería como Mojica, Aday, Bounou, Muniesa y Planas.
Los de Eusebio, que tuvieron un pie fuera de la copa tras el autogol de Alcalá (62’), reaccionaron con la salida al campo del mencionado Roberts y de Borja García y le dieron la vuelta al marcador con goles de Granell y Portu.
Hubo poco juego en la primera parte. Ni el Girona ni el Alavés tuvieron el control de un partido sin demasiada continuidad. Eusebio probó a Valery Fernandez en el carril izquierdo durante media hora (¿ensayo general para San Mamés?) y alineó de entrada a otro jugador del filial como Andzouana en el carril opuesto.
Errores de Doumbia
Al margen de la rotación obligada en las alas, la revolución estuvo arriba con Choco Lozano y Portu (necesitado de minutos tras la lesión) en la mediapunta y Doumbia como futbolista más avanzado. Otra de las novedades fue devolver el timón del partido a Douglas Luiz, que volvió tras un mes de baja y formó el doble pivote junto a Àlex Granell.
A falta de juego, sí hubo oportunidades. Doumbia pudo ponerse Montilivi en el bolsillo, pero lo dejó cerca de la desesperación cuando desaprovechó dos oportunidades que difícilmente hubiese fallado Stuani, este miércoles en la grada. El marfileño se hizo un autopase demasiado largo en un uno contra uno ante Sivera (25’) y no acertó con la pelota en un pase de la muerte de Valery (35’).
El Alavés también inquietó en acciones puntuales. Borja Bastón pudo marcar el 0-1, pero Valery sacó el balón de bajo palos cuando Gorka ya había sido superado. Sin embargo, el jugador más incisivo fue Burgui, que pudo marcar dos veces en el mismo minuto, primero con un disparo que Gorka envió a córner y acto seguido en una rosca que se estrelló en el palo izquierdo de la portería local (45’).
Autogol de Alcalá
Tras el descanso, el partido se animó. Empezó más entonado el Alavés, que persistió en su empeño hasta encontrar el gol que les metía en octavos. Borja Bastón no pudo superar limpiamente Gorka, que rechazó el remate del delantero, pero Alcalá se introdujo el balón en su propia portería cuando lo tenía todo a favor para enviarlo a córner.
El Girona cambió por completo la cara cuando Eusebio movió el banquillo. Roberts y Borja relevaron a Choco y Andzouana y revolucionaron el partido. Con el inglés y el madrileño en el campo, el peligro merodeó de inmediato el área de Sivera, que no pudo atajar una falta directa que Granell convirtió en el 1-1. Con el Girona lanzado, la sociedad Roberts-Portu fabricó el 2-1 que puso Montilivi en estado de excitación. El Alavés intentó en los últimos minutos forzar la prórroga, aunque el Girona, con espacios, tuvo mucho más cerca el 3-1 que los visitantes el 2-2.
