TEGUCIGALPA, HONDURAS. Ayer trascendió la liberación y deportación del hondureño Roberto de Jesús Soto García, a quien la Corte del Distrito Sur de Nueva York lo acusó de delitos relacionados al narcotráfico en el año 2015.
En ese sentido, medios locales informaron a Soto García lo señalaban de conspiración para el tráfico de drogas y por el delito de tráfico de armas. Sumado a esto, se indicó que el hondureño ya había pasado por el proceso de extradición, solicitud realizada por la justicia estadounidense.
Sin embargo, él tenía un proceso penal pendiente en Honduras por el delito de portación ilegal de armas de uso comercial en el departamento de Islas de la Bahía, lo cual retrasó el proceso.
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Sin probabilidad de realizar juicio
Según se informó, antes de su extradición, Roberto de Jesús Soto solucionó las acusaciones que tenía pendientes en Honduras.
También se reveló que Soto García no llegó a ningún acuerdo con EEUU para su liberación, sino que, luego del análisis, un juez determinó que no había probabilidad de un juicio.
Por otro lado, cabe la posibilidad de que al imputado se le sometió al veredicto de un jurado, el cual definió que la causa no era sustentable, por lo cual, se presume que Soto no es narcotraficante, y en caso de participar en la actividad ilícita, lo hizo de manera mínima.
A la vez, se destacó que su liberación se debería a la falta de pruebas para sustentar dichos señalamientos, ya sea como autor o como conspirador en el negocio de las drogas.
Cabe destacar que al hondureño se le mencionó en el caso de «Los Narcosobrinos», el cual involucra a dos sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro.
