AFP. Estados Unidos pidió este miércoles sanciones internacionales contra los haitianos con fines delictivos, mientras las Naciones Unidas alerta del panorama aún sombrío pese a la llegada de la policía keniana al país.
En una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield afirmó que el mundo debe «promover la rendición de cuentas por las atrocidades cometidas en el pasado», aunque mejoran las esperanzas con el tan esperado inicio de la misión dirigida por Kenia y bendecida por la ONU.
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«Este Consejo debe considerar la imposición de sanciones a las personas y entidades responsables o cómplices de acciones que amenazan la paz y la seguridad en Haití», afirmó la embajadora.
EE. UU. ha sido una de las principales fuentes de entrada de armas ilícitas en el país más pobre del hemisferio occidental, donde en los últimos años las pandillas armadas se han apoderado de una parte del territorio.
Violencia indiscriminada
Al informar al Consejo de Seguridad, María Isabel Salvador, representante especial del secretario general de Haití, advirtió de que la violencia indiscriminada de las bandas se ha seguido extendiendo más allá de la capital, Puerto Príncipe.
Unas 578 mil personas se encuentran desplazadas internacionalmente. Lo que se traduce a un aumento del 60 % desde marzo, y solo el 20 % de los centros de salud funcionan con normalidad.
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«Las violaciones y abusos de los derechos humanos han persistido a niveles alarmantemente altos», dijo.
Sin embargo, la designación de un nuevo director general de la policía nacional «trae nuevas esperanzas». Seguidamente, saludó la formación de un gobierno de transición dirigido por el primer ministro Garry Conille.
