Redacción. La administración del presidente estadounidense Donald Trump ordenó el despliegue de buques adicionales al sur del Caribe para combatir las amenazas de los cárteles de droga latinoamericanos.
Dos fuentes informadas confirmaron a la agencia de noticias Reuters que el despliegue forma parte de una iniciativa de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
A principios de la próxima semana, el crucero con misiles guiados USS Lake Erie y el submarino de ataque rápido de propulsión nuclear USS Newport News llegarán a la región. Estas nuevas adiciones se suman al despliegue ya en curso en aguas de América Latina y el Caribe.

Además, el despliegue incluye los siguientes buques de guerra:
- USS Gravely
- USS Jason Dunham
- USS Sampson
Los buques poseen una fuerte capacidad defensiva y de ataque, tanto submarina como aérea. Se espera que unos 4,000 marineros e infantes de marina participen en las operaciones, que también contarán con varios aviones espía P-8, buques de guerra y al menos un submarino de ataque.
Lea también: Razones por las que un residente con green card puede ser deportado en EE. UU.
Cartel de los Soles
El despliegue naval tiene como objetivo principal combatir a las organizaciones narcoterroristas en la región, incluido el Cártel de los Soles, presuntamente liderado por el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
El pasado 25 de julio, Estados Unidos designó al Cártel de los Soles como una organización terrorista. Según el Departamento de Estado, Maduro es el líder de esta organización, responsable del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa. Las autoridades estadounidenses lo acusan de corromper las instituciones de Venezuela para facilitar las actividades del cártel.

Tras esta designación, Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por Maduro y ha ordenado el despliegue de fuerzas navales y aéreas en el Caribe.
Marina
Durante mucho tiempo, la Marina estadounidense ha interceptado y abordado barcos sospechosos de contrabando de drogas en aguas internacionales. Esto normalmente ocurre con un oficial de la Guardia Costera al mando de manera temporal para invocar la autoridad policial.
Sin embargo, la escala de las fuerzas que el Pentágono está movilizando, sumada a la orden de Trump, sugiere que el gobierno está contemplando acciones que van mucho más allá de las interceptaciones marítimas de tipo policial.
Las intenciones operativas concretas del gobierno se están manteniendo inusualmente en secreto, incluso dentro del poder ejecutivo, según varios funcionarios. Por ello, sigue sin quedar claro qué criterios o reglas de enfrentamiento está considerando el gobierno para cualquier operación que utilice la fuerza armada.
Brian Finucane, exabogado del Departamento de Estado y especialista en leyes de guerra, dijo que el gobierno norteamericano debería pedir autorización al Congreso si planea utilizar la fuerza militar contra Venezuela. Aunque hay muchos ejemplos de países que han utilizado incidentes de otra índole como pretexto para iniciar guerras, señaló: “si Estados Unidos se sale de su camino para elegir el combate, eso no es defensa propia”.
Tampoco resulta evidente el modo en que la administración norteamericana pretende interpretar la legislación nacional e internacional en lo que respecta al alcance y los límites de su capacidad para utilizar la fuerza contra presuntos narcotraficantes.
Le puede interesar: Nueva York, por concluir pruebas de taxis sin piloto; ¿cuándo empiezan a operar?