Redacción. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha decidido poner en pausa la aprobación de ciertas solicitudes de residencia permanente, o green card, para grupos selectos de inmigrantes, incluidos los refugiados.
Esta suspensión, que busca prevenir fraudes y salvar la seguridad nacional, fue reportada por diversos medios estadounidenses.
Según un comunicado emitido por el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), la decisión se toma para permitir una revisión más profunda de las solicitudes, en particular aquellas que requieren un ajuste de estatus, hasta que se completen evaluaciones adicionales.
La medida se basa en dos órdenes ejecutivas del expresidente Donald Trump, las cuales están orientadas a una revisión exhaustiva de los casos de inmigrantes que buscan obtener la residencia permanente. Esta revisión se enfoca especialmente en aquellos provenientes de países considerados como riesgosos para la seguridad de Estados Unidos.
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Fernando Romo, abogado especializado en inmigración y asesor de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (Asosal), explicó a EFE que la nueva normativa tiene como objetivo verificar la validez de los casos de asilo y refugio, tras la detección de numerosos casos fraudulentos en los últimos años. «Durante los últimos cuatro o cinco años, se presentaron muchos casos fraudulentos de asilo», señaló Romo.
Tren de Aragua
Una de las órdenes mencionadas en esta estrategia está relacionada con la designación de carteles mexicanos del narcotráfico y organizaciones criminales, como el Tren de Aragua, como grupos terroristas extranjeros. Romo también indicó que el propósito de la medida es determinar si los solicitantes tienen antecedentes penales que los descalificarían para la residencia.
El abogado subrayó que aquellos solicitantes que tengan casos legítimos no deben preocuparse, aunque podrían enfrentar demoras en el proceso. En cuanto a los solicitantes que hayan accionado de buena fe, asegúrese de que no deben ver sus solicitudes rechazadas.
Cabe recordar que este no es el primer intento de la administración Trump por hacer más estricta la revisión de solicitudes de asilo y refugio. Durante su primer mandato, implementaron políticas similares, que fueron anuladas por el presidente Joe Biden en su gobierno.
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