TEGUCIGALPA, HONDURAS. El expresidente de Honduras, Rafael Leonardo Callejas, falleció producto de un infarto en un hospital de Estados Unidos, reveló su primo Roberto Ramón «Chino» Castillo.
La versión de la familia también indica que Callejas ingresó la noche del viernes en «estado delicado» ayer a un centro asistencial en Atlanta, Georgia.
El reconocido político murió a los 76 años. Integró históricamente el Partido Nacional y sostuvo su posición como mandatario del país durante el período del 27 de enero de 1990 hasta enero de 1994.
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Decaimiento en su salud
Es importante recordar que al septuagenario se le diagnosticó en 2018 con leucemia; en septiembre de 2019 necesitó someterse a un trasplante de médula. Pasó por esa intervención quirúrgica con éxito y estuvo 30 días en observación.
Luego, a finales de agosto de 2019, se informó que Callejas aquejó una infección respiratoria. Su sistema inmunitario había sido debilitado por las quimioterapias que tuvo que afrontar por el tratamiento de cáncer.
El proceso de recuperación que sostuvo le mantenía en estado de remisión de la leucemia. Según actualizaciones por parte de una hermana del político, él se mantenía libre de ese padecimiento.
Culpable en escándalo de corrupción en la FIFA
Al hondureño se le acusó en su momento de ocho delitos vinculados a la apropiación de fondos de la Federación Internacional Fútbol Asociado (FIFA).
En su comparecencia ante la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, se declaró culpable de dos acusaciones: asociación ilícita para delinquir y de transferencia bancaria fraudulenta.
Por tanto, Callejas vivía en el país de las barras y las estrellas a la espera de su sentencia. Inicialmente, la audiencia donde conocería el tiempo que habría estado bajo las rejas se iba a realizar en octubre de 2019.
No obstante, su abogado pidió que se pospusiera para enero de 2020. Cuando llegó la nueva fecha, otra vez se solicitó la postergación, por lo que, la sentencia se produciría el cinco de mayo. Murió sin llegar a ese punto.
Esa actividad ilícita por la que se le condenó se ejecutó mientras fungió como presidente de la Federación Nacional del Fútbol de Honduras (FENAFUTH). En esa posición celebró la clasificación de la Selección Nacional a dos mundiales.
