REDACCIÓN. El Gobierno de Estados Unidos informó hoy su intención de retomar la pena de muerte a nivel federal tras dos décadas sin usarla, con el objetivo de «traer justicia a las víctimas de los crímenes más horribles», según dijo en una nota de prensa el fiscal general estadounidense, William Barr.
«El Departamento de Justicia respalda el estado de derecho y le debemos a las víctimas y sus familias llevar adelante la sentencia impuesta por nuestro sistema de justicia», señaló Barr.
El funcionario transmitió su decisión al buró de prisiones y pidió a su director en funciones, Hugh Hurwitz, que programe las ejecuciones de cinco presos condenados a muerte por asesinato, y también por delitos de tortura y violación contra niños y ancianos, detalló la nota.
Los futuros ejecutados son: Daniel Lewis Lee, Lezmond Mitchell, Wesley Ira Purkey, Alfred Bourgeois y Dustin Lee Honken.
Las ejecuciones, que no se practican a nivel federal desde 2003, se llevarán a cabo en diciembre de este año y enero de 2020, según el anuncio.
El Departamento de Justicia anunció que también se programarán ejecuciones federales adicionales en una fecha posterior.
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Los peores criminales
Barr remarcó que «bajo Gobiernos de ambos partidos, el Departamento de Justicia ha buscado la pena de muerte para los peores criminales. Incluidos estos cinco asesinos. Cada uno de los cuales fue condenado por un jurado tras un proceso completo y justo».
El presidente Donald Trump pidió aumentar el uso de la pena capital para los narcotraficantes y atacantes de tiroteos en masa. Desde entonces el Departamento ha sentado las bases para llevar esa petición a cabo, reportó Reuters.
El Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte en 1976 y eso ha permitido a los estados más conservadores del sur de EE.UU., como Alabama y Misisipi, implementar este castigo.
El Congreso estadounidense aprobó en 1988 una ley que permitía ejecutar a muerte a algunas de las personas condenadas por delitos de drogas.
