Redacción. El gobierno de Estados Unidos ha implementado una nueva estrategia para frenar el ingreso de migrantes por la frontera sur: pintar de negro la totalidad del muro fronterizo con México, con el objetivo de que absorba más calor bajo el sol y se vuelva más difícil de escalar.
La orden provino directamente del presidente Donald Trump, según confirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.

“Pintaremos todo el muro de color negro. Esta fue una petición del presidente, quien entiende que con las altas temperaturas, el color negro absorbe más calor y dificulta aún más que alguien intente subirlo”, explicó Noem en una conferencia de prensa.
La funcionaria aseguró que esta acción forma parte de una estrategia más amplia para disuadir el ingreso ilegal.
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“Queremos enviar un mensaje claro: respeten nuestras leyes, vengan de forma legal y no arriesguen sus vidas intentando cruzar la frontera de manera irregular”, dijo.
Tras el anuncio, Noem participó en una actividad simbólica donde tomó un rodillo y comenzó a pintar el muro junto a trabajadores. La escena fue captada por medios estadounidenses y se volvió viral en redes sociales.
Detenciones de migrantes
Según datos oficiales, las detenciones de migrantes han disminuido notablemente desde el inicio de esta nueva administración. “Pasamos de registrar 2,300 detenciones diarias a apenas 41. La gente está entendiendo que la frontera no es una opción fácil”, afirmó la funcionaria.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, el presidente Trump ha retomado una política migratoria de línea dura. En los primeros seis meses de su mandato, las autoridades reportaron más de 300,000 arrestos de migrantes en situación irregular.

Además, se han intensificado las redadas en viviendas, centros de trabajo y hasta en juzgados, lo que ha generado protestas de organizaciones defensoras de derechos humanos.
La pintura del muro no es la única medida reciente. El gobierno también anunció la construcción de 11 kilómetros adicionales de barrera en zonas estratégicas de la frontera sur.
Con estas acciones, la administración Trump busca frenar el flujo migratorio y reforzar el mensaje de cero tolerancia hacia quienes intentan cruzar sin autorización.