Redacción. La Casa Blanca ha reafirmado su compromiso de enfrentar el narcotráfico y frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos, con el despliegue de una fuerza militar considerable en las aguas del Caribe, cerca de Venezuela.
La portavoz del gobierno estadounidense, Karoline Leavitt, aseguró este martes que el país está «preparado para usar todo su poder» con el fin de combatir el narcotráfico proveniente de la región.
El despliegue, que incluye tres buques de guerra y más de 4.000 soldados, se enmarca dentro de una estrategia más amplia para neutralizar los carteles de drogas que operan en América Latina, específicamente aquellos vinculados al régimen venezolano.
Leavitt justificó la medida al señalar que la administración Trump considera al gobierno de Nicolás Maduro como «ilegítimo» y lo acusa de ser el principal responsable del narcoterrorismo en la región.
«El régimen de (Nicolás) Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cartel del narcotráfico, según la opinión de esta Administración. Maduro no es un presidente legítimo. Es un líder fugitivo de este cartel, acusado en EE. UU. de tráfico de drogas al país», afirmó Leavitt durante una rueda de prensa.

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Combate
El último despliegue de fuerzas estadounidenses se produce luego de que se informara el pasado viernes sobre la presencia de la marina estadounidense en aguas caribeñas con el objetivo de «combatir a los carteles del narcotráfico».
La misión se ha reforzado con aviones, barcos, lanzamisiles y submarinos, todos destinados a interceptar posibles rutas de tráfico de drogas que, según Washington, son operadas por las fuerzas leales a Maduro.
Estados Unidos ha acusado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de encabezar el denominado «Cártel de los Soles», una red de tráfico de drogas y actividades ilegales.
