Redacción. Un reo de 53 años fue ejecutado el miércoles en Arizona mediante inyección letal, en la primera ejecución en ese estado del suroeste de Estados Unidos en más de dos años.
El reo, identificado como Aaron Gunches, había renunciado a los esfuerzos legales para detener su ejecución. Por lo que lo sentenciaron a muerte por el homicidio en 2002 de Ted Price, el exesposo de su novia.
«Finalmente, se hizo justicia para Ted Price y su familia», dijo a periodistas la fiscal general de Arizona, Kris Mayes, tras la ejecución en una prisión estatal en el condado de Florence.
Testigos de los medios de comunicación dijeron que colocaron a Gunches en una camilla en la cámara de ejecuciones, donde inmovilizaron sus brazos y piernas con sujetadores.
Al preguntarle si tenía unas últimas palabras, Gunches solo movió su cabeza para decir que no. Fue el primer prisionero ejecutado en Arizona desde noviembre de 2022.
Los problemas en anteriores ejecuciones para administrar las drogas de la inyección letal condujeron a la suspensión de las penas de muerte. Esto ocurrió mientras se realizaba una revisión del procedimiento.
Ejecución con inyección
A Gunches lo ejecutaron un día después de que otro hombre, de 46 años, convicto por violación y asesinato, fuera ejecutado por inhalación de nitrógeno. Este acontecimiento tuvo lugar en el estado sureño de Luisiana.
Mientras que, Jessie Hoffman, sentenciado a muerte por el asesinato en 1996 de Molly Elliott, una ejecutiva publicitaria de 28 años, fue el primer reo ejecutado en Luisiana en 15 años.
Este año en Estados Unidos se han realizado un total de ocho ejecuciones, tras las 25 del año anterior.
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Veintitrés de los 50 estados de Estados Unidos abolieron la pena de muerte, mientras que en otros tres, California, Oregon y Pensilvania, mantienen una moratoria.