Redacción. El gobierno de Estados Unidos se prepara para destruir anticonceptivos valorados en aproximadamente 9.7 millones de dólares que fueron adquiridos por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Estos productos, almacenados actualmente en un depósito en Geel, Bélgica, no serán distribuidos a mujeres en países extranjeros, a pesar de estar dentro de su fecha de vencimiento y de existir una demanda significativa en diversas regiones.
Los anticonceptivos en cuestión son mayormente métodos de larga duración, incluyendo dispositivos intrauterinos (DIU) e inyectables. Según un asesor del Congreso de Estados Unidos, estos insumos comprenden casi cinco millones de unidades, con fechas de vencimiento que se extienden hasta 2028, 2029 y en algunos casos incluso hasta 2031. La fecha de caducidad más temprana es abril de 2027, lo que indica que aún podrían utilizarse durante varios años.
La decisión de destruir estos anticonceptivos la confirmó un portavoz del Departamento de Estado estadounidense, que explicó que el proceso incluye incinerar los productos en dos ocasiones debido a la alta concentración de hormonas en ellos, para evitar daños ambientales. Este procedimiento tendrá un costo adicional estimado en 167.000 dólares.

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Búsqueda de alternativas
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bélgica ha expresado su disposición a colaborar con la embajada estadounidense para buscar soluciones que eviten la destrucción de los anticonceptivos y permitan su entrega a las personas que los requieren.
Varias organizaciones dedicadas a la salud reproductiva, como MSI Reproductive Choices, han ofrecido pagar los costos de envío. Además, del reempaque de los anticonceptivos para facilitar su distribución en los países que los necesitan. Sin embargo, estas propuestas no las ha aceptado las autoridades estadounidenses.
La política estadounidense conocida como la “política de la Ciudad de México” limita la asistencia financiera a organizaciones que realizan o promueven servicios relacionados con el aborto. Esta restricción influye en la decisión sobre el destino de los anticonceptivos adquiridos por USAID.
Aunque no todos los anticonceptivos almacenados llevan la marca de USAID, la mayoría corresponde a contratos anteriores que se han cancelado. El Departamento de Estado aclaró que no se destruirán medicamentos contra el VIH ni preservativos. Además, que se han evitado gastos adicionales por la cancelación sin costo de pedidos pendientes.
Preocupación de organizaciones humanitarias
La destrucción planificada ha generado preocupación en la comunidad internacional. Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió que la eliminación de estos anticonceptivos podría agravar la escasez de métodos de planificación familiar en regiones afectadas por conflictos, crisis humanitarias o exclusión sanitaria. Según MSF, el acceso a anticonceptivos es clave para que mujeres y niñas tomen decisiones libres e informadas sobre su salud reproductiva.
Además, se reporta que existen otros anticonceptivos de marca USAID almacenados en un depósito en los Emiratos Árabes Unidos. Pero no se ha informado oficialmente sobre el destino de esos productos.

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