TEGUCUCIGALPA. El ministro de Educación, Marlon Escoto, expresó este día que el aumento salarial otorgado por el Gobierno de la República a los maestros es producto del trabajo de ellos, de manera que se debe gozar de los beneficios logrados hasta el momento.
De acuerdo al funcionario, la única carta de presentación que tienen los profesores es su trabajo por lo que se deben sentir orgullosos debido a que es la primera vez que su trabajo es reconocido.
Escoto manifestó que “con este tipo de mejoras salariales de acciones ganan los niños del país y desde luego los padres de familia”.
Asimismo indicó que la mayor parte de los maestros están en desacuerdo con la cantidad que se les aumentó, pero apuntó que éste es realista porque no se puede prometer algo que el Estado no tiene capacidad para dar.
“Los beneficios son renunciables y esto depende únicamente de las necesidades de cada persona”, destacó el funcionario.
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El titular de Educación al ser consultado sobre que los docentes ya gozaban con los beneficios que mencionó el Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, manifestó que se queda con las declaraciones del presidente.
“Hubo una mejora salarial, una opción de tener un subsidio de 60 mil lempiras para viviendas a profesores jóvenes y una readecuación de las deudas para miles de personas que reciben 100 lempiras de salario (salario neto), ahora pueden liberar hasta la mitad del salario, eso sumado es más de mil 800 lempiras sin intermediarios”, dijo Escoto.
MAESTROS RECHAZAN REAJUSTE
De su lado los docentes han calificado el ajuste salarial para dicho gremio como una bofetada y un insulto para el magisterio.
Según el presidente del Colegio Profesional Superación Magisterial de Honduras (COLPROSUMAH), Elías Muñoz, dijo que no están de acuerdo con el reajuste otorgado por el presidente Hernández. Al tiempo que señaló que el aumento no refleja la verdadera situación que atraviesa el magisterio.
Indicó que los otros dos beneficios que ofreció el gobernante ya los brinda el Instituto de Previsión del Magisterio (INPREMA).
En ese sentido han manifestado que exigirán al Gobierno un incremento de tres mil 500 lempiras por los siete años durante los cuales no habían recibido ningún reajuste salarial.
