Redacción. A plena hora de la mañana de este lunes se registró un voraz incendio que redujo a cenizas el histórico negocio Chinda Díaz, así como también al menos ocho locales históricos en el centro de Tegucigalpa.
Dennis Nájera, propietario de varios de los negocios afectados, aseguró que perdió toda su inversión debido al incendio. Sin embargo, a pesar de las pérdidas millonarias, agradeció a Dios que sus empleados y familiares lograron salir con vida.

“Doy gracias a Dios porque nuestros colaboradores y vecinos salieron a tiempo. Las pérdidas materiales duelen, pero la vida humana es lo más importante”, expresó Nájera entre la tristeza y la fe, mientras observaba los restos de su patrimonio.
Asimismo, Nájera relató que el fuego arrasó con todo desaforadamente. “Todo pasó en cuestión de minutos, no pude hacer nada más que correr. Tenía cuatro negocios en la misma zona. El jueves pensaba abrir el cuarto, pero se quemó todo”, lamentó.

Asimismo, destacó que logró sacar adelante su negocio con esfuerzo desde hace 12 años y expresó su orgullo por haberlo hecho en Honduras.
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Difícil emprendimiento
Nájera también detalló que, a pesar de haber tenido una visa para Estados Unidos, nunca quiso migrar. Apostó por su país, levantó sus negocios con esfuerzo y ahora enfrenta una nueva prueba.
“Esto duele mucho… me arrodillé esta mañana pidiéndole a Dios que no volviera a pasar. Ya nos había pasado antes. Cuando vi caer los paneles y las cámaras, supe que todo estaba perdido”, confesó.

Su esposa y sus hijos también están profundamente afectados, pero el respaldo familiar sigue firme. Nájera asegura que no se rendirá. “Esto es solo una prueba más. Dios me ha levantado antes y lo volverá a hacer”.
El alcalde capitalino, Jorge Aldana, afirmó que ya se comunicó con la presidenta Xiomara Castro para gestionar apoyo para los afectados.

El emprendedor, como muchos otros hondureños golpeados por la adversidad, espera que la promesa no quede en el aire. “Chinda Díaz no era solo un local, era parte de la historia de Tegucigalpa”, finalizó diciendo Nájera.