Redacción. En un pequeño pueblo de Honduras, una historia inusual ha capturado la atención de muchos, desafiando la lógica y despertando la curiosidad de los habitantes.
Todo comenzó cuando Valeria, una joven de 16 años, encontró una bolsa con una gran cantidad de dinero en la calle, un hallazgo que cambiaría su vida por completo.
La historia, narrada por el popular tiktoker «Dionisio de Misterio» en su canal, relata cómo Valeria vivía una vida tranquila junto a su madre y su abuela hasta ese fatídico día.
Decidida a quedarse con el dinero, lo guardó en su mochila y lo llevó a su casa, sin imaginar las repercusiones que tendría.
A partir de ese momento, lo inexplicable comenzó a suceder. El dinero apareció de manera recurrente en su vida: en su mochila, en sus libros, debajo de su cama y hasta en sus zapatos.
Aunque su abuela le preguntó repetidamente sobre el origen de las misteriosas sumas de dinero, Valeria no tenía respuestas. Decía que simplemente «aparecía de la nada».
Lo que parecía una curiosidad inofensiva pronto se convirtió en una pesadilla. Valeria comenzó a sentirse cada vez más enferma: dolores de cabeza constantes, un extraño mal olor durante su periodo y frecuentes hospitalizaciones.
Desesperada, intentó rechazar el dinero, pero los sucesos extraños no cesaron. Los objetos en su casa se movían por sí solos, desaparecían y luego reaparecían en lugares insólitos.
La joven quedó aterrada cuando, una mañana, descubrió una rosa fresca en su cama. La inquietud crecía y, en medio del desconcierto, decidió compartir su historia con su abuela.
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En busca de una solución
Fue entonces cuando una vecina le sugirió realizar un ritual para ahuyentar la entidad que la estaba perturbando: comer cerca del baño. Pero, ese mismo día, Valeria sufrió una extraña herida en el pie, y al despertar al día siguiente, descubrió moretones y dolor por todo su cuerpo. Sin embargo, el dinero y las rosas siguieron apareciendo.
Finalmente, la joven descubrió la sorprendente verdad: todo lo que vivía no era el resultado de brujería ni de la persecución de un extraño, sino de un duende que, según su relato, la cortejaba con regalos. Según Valeria, el duende se enfurecía cuando no aceptaba el dinero y las rosas, lo que provocaba el desorden en su hogar como una forma de protesta.
Aunque muchos en el pueblo se muestran escépticos sobre la veracidad de los hechos, la historia de Valeria sigue siendo un misterio que alimenta la curiosidad local. Lo que comenzó como una simple historia de dinero en la calle se ha transformado en una leyenda que no deja de sorprender a todos los que la escuchan.