Redacción. El reciente hallazgo de las 13 personas secuestradas desde junio de 2024 en la zona del Crique de Las Marías, municipio de Tela, Atlántida, ha generado más interrogantes que certezas. A pesar de la versión oficial que atribuye su liberación a la presión y cerco policial, diversas voces han expresado escepticismo sobre las circunstancias que rodearon su retorno.
Los secuestrados pasaron 267 días en cautiverio, pero su aparición en la playa de Tela, aparentemente en buen estado de salud, ha levantado sospechas. Para Hugo Maldonado, presidente del Comité para la Defensa de Derechos Humanos (CODEH), el hecho resulta inverosímil.
“Como organismo de derechos humanos, sí creo que fue una aparición mágica. Fue como si se hubiera querido bajar la tensión del proceso electoral. Una balsa los dejó botados en la playa y la policía los recibió inmediatamente, bien peinados, bien rasurados. Eso me pareció inaudito, como por arte de magia”, manifestó.
Las declaraciones de la Secretaría de Seguridad han incrementado las dudas. Miguel Martínez Madrid, portavoz de la institución, reveló que ya tenían conocimiento previo del lugar y la fecha en que los secuestrados podrían aparecer.
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Sospechas de una posible distracción política
Organizaciones de la sociedad civil también han cuestionado el contexto en que se produjo el hallazgo, especialmente porque coincide con la controversia generada por las elecciones primarias del 9 de marzo. Nelson Castañeda, director de seguridad y justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), advirtió sobre la posibilidad de que el caso sirva como distracción.
“Ojalá que realmente sea el resultado de un trabajo estratégico de la Policía y las Fuerzas Armadas, y no solo una cortina de humo en torno al desastre del proceso electoral”, declaró.
Pedro Landa, defensor de derechos humanos, compartió una opinión similar, señalando que la aparición de los secuestrados podría ser un intento de desviar la atención.
“Aquí lo que han hecho es cambiarle el canal a la audiencia, como ha sucedido muchas veces cuando hay problemas graves. En este caso, no hay que perder de vista las irregularidades del proceso electoral y la responsabilidad de los actores involucrados”, subrayó.
El hallazgo ocurre en un momento de fuertes señalamientos contra líderes políticos y las fuerzas de seguridad, lo que refuerza las sospechas sobre la veracidad de la versión oficial. Las dudas persisten y las explicaciones oficiales no han logrado disipar el escepticismo en la opinión pública.
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