Redacción. La relación entre ciertos alimentos y el cáncer es un tema recurrente en investigaciones de salud.
Según el Instituto Nacional del Cáncer (Estados Unidos), el cáncer es una enfermedad genética que surge cuando las células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras áreas. Algunos hábitos alimenticios han sido vinculados con un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
1. Alcohol: un factor conocido
El alcohol es uno de los productos más relacionados con el aumento del riesgo de cáncer. Para Nichole Andrews, dietista especializada en oncología, el consumo de bebidas alcohólicas puede desencadenar procesos en el organismo que generan radicales libres, los cuales tienen la capacidad de dañar el ADN.
El daño genético puede convertir células normales en cancerígenas. El Instituto Nacional del Cáncer respalda ésta afirmación, destacando que el efecto ocurre especialmente con el consumo regular y excesivo de alcohol.
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2. Carnes ultraprocesadas: un riesgo silencioso
Por otra parte, las carnes ultraprocesadas, como embutidos y productos ahumados, también son señaladas como alimentos de riesgo. Estos productos contienen compuestos químicos como nitratos, que se añaden para preservar su color y sabor.
Además, al cocinarse a altas temperaturas o someterlas a procesos de ahumado, se generan sustancias como hidrocarburos aromáticos policíclicos, consideradas cancerígenas. Asimismo, la carne roja, presente en muchos de estos productos, contiene hierro hemo, un compuesto que puede contribuir al desarrollo de células cancerosas.
Aunque no se trata de eliminar estos alimentos por completo, expertos coinciden en que reducir su consumo puede ser clave para disminuir el riesgo de cáncer. Optar por dietas equilibradas basadas en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras es una estrategia efectiva para proteger nuestra salud.
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