Redacción. El presidente Donald Trump ordenó por decreto el fin de las prohibiciones impuestas a las pajitas de plástico para sorber líquidos y anunció su propósito de poner fin al uso de las de papel, que hace años adoptaron grandes ciudades, estados y empresas por razones ecológicas.
La nueva medida incentiva tanto al gobierno estadounidense como a los consumidores a seguir usando pajillas de plástico, representando un retroceso en los esfuerzos de Biden por eliminar los plásticos de un solo uso y reducir los residuos.
«Es una situación ridícula. Vamos a volver a las pajitas de plástico», declaró Trump a los periodistas en la Casa Blanca tras firmar la orden. Al mismo tiempo, criticó las pajitas de papel, asegurando que «no funcionan».
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El republicano minimizó el impacto ambiental del plástico, señalando que no cree «que el plástico vaya a afectar mucho a un tiburón, ya que mastican todo lo que hay por el océano».
Políticas ecológicas
La decisión es parte de una crítica continua de Trump a las políticas ecológicas de Biden. Éste había propuesto medidas para reducir el uso de plásticos no biodegradables, que dañan los ecosistemas y contaminan los suministros de alimentos. Además, respaldó un tratado global para limitar la producción de plástico.
La firma de la orden ejecutiva forma parte de un patrón más amplio de debilitamiento de las políticas medioambientales durante el segundo mandato de Trump.
En uno de sus primeros actos retiró nuevamente a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París. También anuló la política de Biden para eliminar los plásticos de un solo uso en terrenos federales para 2032.
Aunque las pajitas de plástico son sólo una pequeña fracción del problema, su regreso subraya el mayor desafío medioambiental: la contaminación masiva por plásticos de un solo uso, que incluye botellas, envases de comida, bolsas y más.
