Domingo de Ramos: La milenaria celebración de un ingreso con palmas y Olivo

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Domingo de Ramos
El domingo de ramos marca el último día de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa

Tegucigalpa, Honduras. El Domingo de Ramos es una fecha que marca el inicio de la Semana Santa o la Semana Mayor. Este día representa la pasión de Cristo. Esta fecha se celebra todos los años a nivel nacional e internacional.

Datos importantes sobre esta celebración  

El domingo de ramos marca el último día de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa. Este es un día en el que se multiplican las procesiones  en todo el territorio nacional. Desde las localidades más pequeñas hasta las grandes ciudades.

Cabe destacar que en esta fecha se honra el día en que Jesús entró triunfante en la ciudad de Jerusalén. Asimismo una gran multitud fue a las puertas de la ciudad a aclamar a Jesucristo en su llegada. Algunos de ellos ya habían escuchado sus parábolas, sus obras y milagros;

Al llegar Jesús, la gente se reunió a su alrededor y equipados con ramas de olivo y de palmera y extendiendo sus mantos en el suelo, alfombraron el camino para el Mesías.

De igual forma, la gente, exclamaba «¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!».

En aquellos momentos, la ciudad se encontraba llena de gente, puesto que multitud de peregrinos judíos se habían desplazado allí para celebrar la Pascua judía.

Momentos destacados

La celebración del Domingo de Ramos tiene dos momentos destacados. Por una parte, la celebración de la vida o triunfo de Jesús mediante la procesión de los ramos.

Y por otro, la conmemoración de la muerte de Jesús con la lectura de la Pasión.

Se llama Domingo de Ramos porque este día, los cristianos recuerdan la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, montado en un burro, mientras la gente lo aclamaba con hojas de palmas como hijo de Dios días antes de su pasión, muerte y resurrección.

¿Cómo se festeja esta celebración?

Durante este día los feligreses acuden a misa con palmas que el sacerdote bendice durante una procesión antes de misa.

Miles de feligreses llegan con sus ramos para adornar el camino a Jesucristo

Por otro lado, varias iglesias hacen representaciones en vivo de la entrada de Jesús a Jerusalén, en donde las personas se visten como los antiguos hebreos y gritan “hosanna al hijo de David”, mientras un hombre vestido de Jesús entra en un burro.

Según la iglesia católica la feligresía grita “Hosanna” durante la procesión, porque “Hosanna” es un grito de júbilo y una oración profética.

Lo anterior, porque en el tiempo de Jesús esta palabra tenía matices mesiánicos. Es la alabanza alegre a Dios en el momento de la entrada procesional. De igual forma, representa la esperanza de que la hora del Mesías había llegado.

Esto ocurrió días antes de los sucesos acaecidos en la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Por lo que, se considera que la aclamación de Jesús es su triunfo, en el que por fin la Humanidad reconoció en su persona la llegada del Mesías.

Costumbre de la procesión

Jesucristo es llevado en un burro para representar la entrada triunfal

La procesión del Domingo de Ramos acostumbra a comenzar en alguna iglesia secundaria, y finalizar en un templo importante. Esta meta final representa la llegada de Cristo a la ciudad de Jerusalén.

En cuanto la procesión llega a su destino, se bendicen los ramos. Después se procede a la eucaristía y la lectura del Evangelio, que corresponde a los capítulos de la Pasión de Cristo, en los que se rememoran los distintos calvarios por los que tuvo que pasar Jesús desde que celebró la Última Cena hasta que murió crucificado y resucitó tres días más tarde.

Tradición de generación en generación

Doña Eugenia Pérez es una católica devota que año con año participa en todas las actividades religiosas de la Semana Santa.

Según su testimonio, para ella no hay mejor forma de dar inicio a la Semana Mayor, que yendo a misa con sus ramos para ser bendecidos. Para luego preparar el camino de Jesús.

Pérez recuerda que “he participado en las procesiones desde que era una niña y todos los años siento la misma emoción”.

De igual forma, señalo que esta práctica se ha vuelto una tradición que año con año se practica en su familia.

Desde el más chico hasta el más grande la familia Pérez, participan y se sienten orgullosos de profesar la fe católica y la devoción que se vive estos días.

También, la venta de los populares ramitos en las afueras de las iglesias y zonas concurridas de los pueblos y ciudades se ha vuelto una costumbre.

Muchas familias que elaboran los ramos esperan con ansias la llegada de esta fecha que les deja importantes ingresos.

Vendedores de ramos se apuestan en las afueras de las iglesias

El precio de los ramos varía según su forma y tamaño. Va dese los 15 lempiras hasta 50 los más grandes o con forma de cruz.

Fuentes consultadas: Agencia Católica de Informes.