TEGUCIGALPA, HONDURAS. A un mes de la muerte violenta de Said Omar Lobo Bonilla, su padre y expresidente, Porfirio «Pepe» Lobo Sosa, aseguró que el dolor sigue latente y esperan que se haga justicia.
Said Lobo y otros tres jóvenes murieron la madrugada del jueves 14 de julio en el estacionamiento de Torre Morazán, luego de que salían de una discoteca. Los muchachos sufrieron un ataque armado de parte de sujetos vestidos con indumentaria de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP).
Pepe acudió junto a sus otros hijos a visitar la tumba de su hijo Said y a dejarle algunas ofrendas florales. Luego, se trasladaron hasta el Centro Femenino de Adaptación Social (CEFAS), para reunirse un momento con la ex primera dama, Rosa Elena Bonilla allí recluida.
La morada santa de Said y los demás familiares está ubicada en un terreno en la aldea de El Chimbo, Francisco Morazán. Pepe llegó el pasado domingo a visitarlo y al ser abordado por periodistas dijo: «Es algo de lo que por ahora, no quiero hablar, el dolor está latente», dijo.
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Visita al panteón familiar
Lobo Sosa llegó hasta el panteón privado donde descansan los restos mortales de Said y otros familiares. Hasta ese lugar llevaron dos arreglos de flores naturales para colocarlos encima de la tumba del joven de 23 años.
Estando allí, recordaron a Said como alguien lleno de carisma y jovial, un muchacho lleno de sueños, al que sicarios le quitaron la vida y truncaron sus anhelos. De acuerdo con medios locales, la visita familiar se extendió por un aproximado de una hora.
Honduras es de los países donde los familiares recuerdan a los difuntos en su día de cumpleaños, mes o año de fallecido, u otra fecha importante, demostrando que el amor y unión va más allá de la muerte.
«Rosita» sigue afectada
Luego de la visita a la tumba de Said, Pepe y sus hijos se trasladaron a la cárcel femenina a visitar a su esposa/madre Rosa Elena Bonilla, quien está recluida en este centro penal por delitos de malversación de caudales públicos.
El expresidente Lobo expresó que su señora esposa sigue bastante afectada por la muerte de Said y se le suma que aún permanece recluida. En fechas pasadas, Pedro Joaquín Amador solicitó la medida de casa por cárcel para Rosita, pero el juez no concedió la misma.
Además, se conoció que Rosita ha tenido episodios de depresión, tristeza y ni siquiera quería comer dentro de prisión, por lo que se le realizaron algunos análisis psicológicos en Medicina Forense.
Las autoridades hondureñas afirmaron que seguirán con el caso y hasta el momento hay tres personas judicializadas. Entre ellos figura una mujer y dos hombres relativamente jóvenes.
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