Redacción. La trágica muerte de la joven que falleció tras un accidente vial, en el anillo periférico de Tegucigalpa, ha reavivado las críticas hacia la falta de control sobre los llamados «brujitos».
Jorge Lanza, dirigente del transporte, expresó su indignación tras la muerte de Iris Elizabeth Servellón Escoto. La hondureña, de 33 años, era madre de un niño de 3. Además, laboraba como empleada de servicios domésticos en la capital y se dirigía precisamente a su lugar de trabajo cuando murió.
«El conductor de este busito brujo, que ha sido legalizado de forma ilegal, camina sin rienda. No hay nadie que los regule y ese es uno de los problemas. Estos muchachos caminan peleando vía con otros que sí están legales. Esto fue una negligencia humana por conducir a exceso de velocidad», externó.
El accidente ocurrió cerca de la residencial Las Uvas, cuando un autobús de la ruta urbana chocó contra una rastra estacionada. Además de Servellón, otras dos personas resultaron heridas y permanecen ingresadas en el Hospital Escuela.
Lanza condenó que estos microbuses operen sin documentos, permisos ni regulaciones. «Andan por toda la ciudad con vidrios polarizados y haciendo lo que quieren. Las autoridades permiten esto».
Llamado a las autoridades
El dirigente solicitó un mayor control vial para prevenir tragedias similares y señaló que este accidente fue el resultado de una «imprudencia persistente» causada por la disputa de rutas entre transportistas.
«Los operativos para los que circulan legales es permanente. Nosotros pagamos multas y todo, pero a estos tipos de autobuses jamás los paran ni sancionan, aunque las patrullas pasan cerca de ellos», expresó.
Ante la compleja situación, la comunidad transportista insta a las autoridades a implementar operativos efectivos y sanciones para los vehículos que operan ilegalmente, con el objetivo de evitar más pérdidas humanas en la capital.