HONDURAS. Ante el requerimiento hecho por el senado de Estados Unidos al presidente Donald Trump, de que se investigue a través del Departamento del Tesoro a Óscar Nájera, el congresista hondureño asegura estar tranquilo, debido a que él mismo desde hace dos años pidió que se le investigara.
En entrevista a un medio local, Nájera manifestó que está tranquilo y sereno. Eso, porque él no tiene por qué estarse escondiendo de nadie.
“Por más de 40 años soy empresario de la agricultura. Mi familia y amigos conocen mis actos”, expresó Nájera.
Asimismo, afirmó que nunca ha andado en ese tipo de cosas relacionadas al narcotráfico.
A efecto de eso, dijo estar “sorprendido” que se le mencione en la carta de los norteamericanos.
“Yo soy un legislador por la voluntad de Dios y por el cariño de la población del departamento de Colón. Me siento sorprendido y molesto por la solicitud de que se me investigue”, aseveró.
Por otro lado, sostuvo que él desde hace dos años pidió ser investigado por cualquier instancia del país. “Dónde sea y con quién sea”, señaló.
Cabe mencionar que este jueves, los congresistas estadounidenses, en una carta enviada al mandatario Trump, pidieron investigar al diputado hondureño. También a cinco personas más de nacionalidad centroamericana.
En la misiva, los parlamentarios solicitan información detallada del hondureño y de otras cinco personas más.
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Personas que el Congreso de EE.UU pide que sean investigadas
Las personas que el congreso norteamericano pide que sean investigadas son:
- Oscar Ramón Nájera (hondureño)
- José Aquiles Enrique Rais López (salvadoreño)
- José Luis Merino (salvadoreño)
- Gustavo Adolfo Alejos Cambara (guatemalteco)
- Luis Alberto Mendizabal Barrutia (guatemalteco)
- Remigio Ángel Gonzales (mexicano – crímenes cometidos en Guatemala)
Asimismo, piden a Trump que determine si dichas personas cumplen criterios para rendir cuentas en virtud de la ley Magnistsky.
La “Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad de Derechos Humanos” es una norma que permite a EE.UU imponer sanciones económicas. Eso, a ciudadanos de todo el mundo que hubieran cometido abusos a los derechos humanos. Además de actos de corrupción en sus países de origen.
