San Pedro Sula. Los técnicos de la División Municipal Ambiental (DIMA), mediante un informe elaborado en 2023, sugirieron realizar un “estudio de diseño para el escalonamiento del talud en toda el área del cerro Lempira en el sector de Chamelecón”, con dirección a la carretera que dirige al occidente del país. Advirtieron también que el lugar era inhabitable para unas 40 familias que residen en la zona.
El informe, que advertía sobre la presencia de una falla geológica en el sector, claramente quedó relegado al olvido por la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT). Esta secretaría del gobierno hizo poco o nada al respecto. La indiferencia quedó demostrada con los derrumbes registrados la semana pasada en la zona afectada.
Esta evidente falta de prevención e interés también quedó reflejada en la última respuesta de la SIT tras los múltiples derrumbes que bloquearon la carretera que conecta San Pedro Sula con el occidente del país.
Estos incidentes generaron graves interrupciones en el tránsito vial. También ocasionaron cuantiosas pérdidas económicas al comercio. Adicionalmente, dificultaron el desplazamiento de personas que habitan la zona en riesgo.
UN CERRO DE ALTO RIESGO
Durante una entrevista brindada a Diario Tiempo en 2023, el jefe del departamento de Gestión de Riesgos de DIMA, Fredy Padilla, informó que realizaron una visita de campo en el cerro Lempira. En el lugar lograron constatar que unas 40 familias peligran por habitar la zona.
En ese momento, el funcionario confirmó la existencia de esa falla geológica a la altura de la carretera que dirige al occidente del país, exactamente en la colonia Lempira III.
De acuerdo con un estudio del Plan Maestro de Desarrollo Municipal (PMDM), la zona está clasificada como de alto riesgo. Esto prohíbe la emisión de permisos de construcción.
Sin embargo, fotografías recientes del área muestran que se construyeron viviendas de madera e incluso algunos de bloques, evidenciando que esas restricciones no se han respetado.
Además, la colonia Lempira, incluyendo el área de deslizamiento existente, ha sido excluida del límite de la zona de reserva de El Merendón desde el 2013, según el decreto 334-2013.
DISEÑO PARA EVITAR DERRUMBES
En junio del 2024, el jefe de Áreas Protegidas de DIMA, Bryan Ricardo Niño, nuevamente hizo un llamado a los pobladores sobre los posibles deslizamientos de tierra en el cerro Lempira durante la temporada de lluvia.
Así pues, las autoridades municipales prohibieron cualquier desarrollo urbano, agrícola, pecuario o forestal en el área.
Además, sugirieron la realización de un estudio de diseño para el escalonamiento del talud en el área del cerro con dirección a la carretera que conduce al occidente del país. De esa manera, se le daría una solución definitiva a los problemas de deslizamientos en el lugar.
Entre las recomendaciones de los ambientalistas municipales destaca la implementación de acciones de restauración ambiental. Especialmente a través de la reforestación con especies que no tengan valor energético ni comercial.
Estas plantas ayudarían a establecer una cobertura vegetal adecuada, estabilizar el terreno y mitigar futuros derrumbes gradualmente. Además, se sugieren otras medidas complementarias para reducir el impacto ambiental. También se busca garantizar la sostenibilidad del área afectada.
Es evidente que las advertencias de los técnicos municipales y estudios realizados a lo largo de los años no fueron tomados en cuenta por los funcionarios de la SIT. Por consiguiente, la falta de acción oportuna y la inobservancia de las recomendaciones continúan poniendo en peligro a las familias que habitan el área y a miles de personas que transitan por la carretera.
La urgencia de una intervención integral y definitiva no puede seguir postergándose si se pretende evitar tragedias mayores y más pérdidas económicas en el futuro.