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martes, junio 24, 2025

Diez enfermedades directamente asociadas al consumo de tabaco

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Redacción. El tabaquismo continúa siendo uno de los principales factores de riesgo prevenibles para la salud humana a nivel global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el tabaco es responsable de más de 8 millones de muertes anuales, incluyendo aproximadamente 1.3 millones atribuibles a la exposición pasiva al humo.

A pesar de los avances en políticas de salud pública, la exposición activa e involuntaria sigue generando un impacto sustancial en la carga global de enfermedad.

1. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

La EPOC incluye afecciones como la bronquitis crónica y el enfisema. Se caracteriza por una obstrucción persistente del flujo aéreo, progresiva e irreversible. Hasta el 90 % de los casos de EPOC están relacionados con el tabaquismo. La enfermedad limita gravemente la función pulmonar y afecta la calidad de vida. Representó aproximadamente el 5 % de todas las muertes globales en 2021 (OMS).

2. Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es la neoplasia más vinculada al tabaquismo, responsable de aproximadamente el 85–90 % de los casos. En 2020 causó 1.8 millones de muertes en el mundo. La supervivencia a cinco años es baja debido al diagnóstico tardío. Además, el humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas, lo que lo convierte en el principal factor de riesgo para esta enfermedad.

3. Enfermedades cardiovasculares

Fumar incrementa el riesgo de infarto agudo de miocardio, enfermedad coronaria y muerte súbita. La nicotina y otros compuestos promueven la aterosclerosis, aumentan la presión arterial y alteran el ritmo cardíaco. Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una de las principales causas de muerte atribuibles al tabaco, con alrededor de 7 millones de muertes anuales, según la Federación Mundial del Corazón.

4. Accidente cerebrovascular (ACV)

El tabaco contribuye al desarrollo de ACV isquémicos y hemorrágicos al dañar los vasos sanguíneos cerebrales. Fumar aumenta la viscosidad sanguínea, favorece la formación de trombos y reduce la oxigenación cerebral. Cada año se reportan más de 15 millones de casos de ACV a nivel mundial, con 5 millones de sobrevivientes que quedan con secuelas permanentes.

Cáncer de pulmón
El tabaco representa un riesgo multisistémico con consecuencias directas en la salud respiratoria, cardiovascular, metabólica, reproductiva y oncológica.

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5. Diabetes tipo 2

Las personas fumadoras presentan un riesgo entre 30 % y 40 % mayor de desarrollar diabetes tipo 2. El tabaco afecta el metabolismo de la insulina y la glucosa, promoviendo resistencia a la insulina y aumentando la inflamación sistémica. Además, empeora el pronóstico en quienes ya tienen diabetes, al dificultar el control glucémico y acelerar complicaciones como retinopatías, nefropatías y neuropatías.

6. Cánceres múltiples

El tabaco está asociado a más de 15 tipos de cáncer, incluyendo los de boca, garganta, laringe, esófago, estómago, hígado, páncreas, vejiga, cuello uterino, colon y riñón. También se incrementa el riesgo de aparición de segundos tumores primarios en personas con antecedentes oncológicos relacionados con el tabaco.

7. Asma

Aunque el asma es una enfermedad con fuerte componente genético e inmunológico, la exposición al humo del tabaco, tanto directa como pasiva, empeora notablemente los síntomas. El tabaco incrementa la inflamación bronquial, reduce la efectividad de los broncodilatadores y eleva la frecuencia de crisis asmáticas. El humo de tercera mano, presente en superficies y textiles, también se ha identificado como factor agravante.

El tabaquismo agrava notablemente los síntomas y la evolución del asma.
8. Degeneración macular, cataratas y ceguera

Fumar daña las estructuras oculares mediante estrés oxidativo y alteraciones microvasculares. Aumenta el riesgo de cataratas (principal causa de ceguera reversible) y acelera la progresión de la degeneración macular asociada a la edad, principal causa de ceguera irreversible en mayores de 65 años.

9. Complicaciones en salud reproductiva femenina

El tabaco afecta la función ovárica, reduce la fertilidad y se relaciona con menarca temprana e infertilidad. Durante el embarazo, fumar incrementa la probabilidad de aborto espontáneo, embarazo ectópico, desprendimiento placentario y parto prematuro. Estas complicaciones impactan tanto a la madre como al feto.

10. Bajo peso al nacer y mortalidad neonatal

La exposición prenatal y posnatal al tabaco está vinculada a nacimientos prematuros, bajo peso al nacer y mayor vulnerabilidad neonatal. El síndrome de muerte súbita del lactante también se ha asociado a madres fumadoras y al humo ambiental. Los bebés nacidos de madres fumadoras tienen más riesgo de infecciones respiratorias, asma y retrasos en el desarrollo.

Entre las enfermedades más relevantes asociadas al consumo de tabaco se encuentra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

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