El asma es una afección bastante común, por lo general, genética, que causa dificultades para respirar y puede «detonarse» por otros padecimientos.
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Es una enfermedad pulmonar que causa dificultad para respirar. Cuando las personas asmáticas tienen contacto con algo a lo que son alérgicos o sensibles (un irritante), las vías respiratorias se estrechan. Esto dificulta la llegada del aire a los pulmones.
Las personas con asma tienen síntomas como tos, silbido (sonidos similares a silbidos que ocurren al respirar), una sensación de opresión en el pecho y falta de aliento. El doctor puede llamarlo episodio de asma o ataque de asma.
Con síntomas graves, las vías respiratorias se vuelven tan angostas que no entra suficiente aire a los pulmones. Esto puede poner en riesgo su vida y debe buscar ayuda médica de inmediato.
Algunos consejos para «llevar la fiesta en paz» con el asma:
- Evita los alérgenos que más afectan: Debes mantener tu entorno libre de las sustancias que pueden empeorar tu asma. Como el polvo, los ácaros, hongos o el pelo de los animales.
- Realiza ejercicios respiratorios habitualmente: Aprende y practica de manera regular ejercicios que te ayuden a controlar la respiración y la ansiedad cuando llegue una crisis.
- Sí, al deporte, pero con precaución: Que el asma no te limite a la hora de hacer deporte, pero siempre realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de comenzar a practicar cualquier actividad física.
- No fumes y aléjate de los ambientes con humo: El tabaco es uno de los desencadenantes del asma, porque incrementa la inflamación bronquial. Por lo tanto, no fumes y tampoco permitas que lo hagan cerca de ti.
- Llévate el sentido común cuando viajes: Siempre que el asma este bien controlado, una persona asmática puede viajar como cualquier otra, pero deberá llevar siempre sus medicamentos.
- Tomar todos los días la medicación: Para lograr controlar tu asma y disfrutar de una buena calidad de vida, es muy importante que tomes la medicación que tu médico te haya prescrito en la dosis, frecuencia y duración indicadas.
- Nunca abandones el tratamiento por tu cuenta: Comenta a tu médico cualquier duda que puedas tener sobre como seguirlo o tus posibles temores, pero nunca dejes de tomar la medicación.
- Consulta siempre a tu médico: Nunca te automediques e informa a tu médico de nuevas prescripciones que otros especialistas hayan podido indicarte.
- Aprende a usar bien tu inhalador: Los pasos son, abrir el dispositivo, prepararlo, vaciar tus pulmones de aire, bloquear tu respiración, colocar el orificio del inhalador en la boca, inhalar a fondo, contener la respiración, y volver a respirar con normalidad.
- Aprende a reconocer y actuar ante la crisis: Pide a tu médico que te enseñe a detectar los síntomas de empeoramiento.
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