TEGUCIGALPA-HONDURAS. Allan Argeñal, titular de la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (DIDADPOL), aseguró ayer que ya están investigando a los policías que dispararon durante una protesta que terminó en enfrentamiento entre agentes uniformados y pobladores del sector Hatillo que se oponen a un proyecto habitacional desarrollado en la zona del Parque Nacional La Tigra, Francisco Morazán.
De acuerdo a Argeñal, ya abrieron una denuncia de oficio para investigar los hechos suscitados. De esta manera, determinar si realmente miembros de la Policía que estuvieron en las manifestaciones utilizaron o no sus armas de fuego.
“Hemos recopilado una serie de vídeos que ya circulan en las redes sociales y nuestros equipos se desplazarán hasta el lugar para recabar los vestigios. Cada uno de los elementos de prueba que ayuden a obtener este dato”, aseguró el director de DIDADPOL.
En ese sentido, explicó que el artículo 41 de la Ley Orgánica es muy claro, y uno de los más importantes, porque define lo que se relaciona al uso gradual de la fuerza y de las armas de fuego.
“Estos casos son complicados. Se deben girar instrucciones a los investigadores a efecto de que se pueda obtener la información de quiénes eran los policías que estaban en dicho sector”, concluyó Argeñal.
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A punta de balas y gas lacrimógeno, Policía desaloja a protestantes en El Hatillo
La mañana del lunes, elementos de la Policía Nacional desalojaron a ‘bala viva’ a manifestantes que se encontraban en la zona de El Hatillo.
En un principio, los protestantes aseguraron que ellos estaban manifestándose de forma pacífica. Pero las fuerzas de seguridad, sin mediar palabra, los empezaron a desalojar con bombas lacrimógenas. Sin embargo, con el pasar del tiempo, el ambiente se calentó y tornó más violento.
Los policías comenzaron a disparar y en varios vídeos que circulan en las redes sociales, se puede apreciar. Y escuchar como los manifestantes huyen de las balas que los elementos de seguridad ejecutaron.
Asimismo, en el asfalto quedaron varios casquillos de bala presuntamente de una pistola nueve milímetros.
Es preciso mencionar que los protestantes respondieron con piedras, mismas que los policías devolvían junto con el gas lacrimógeno.
